Inventario de elementos de interés arqueológico
subacuáticos de la Comunidad Autónoma Vasca.
Ana Benito, Ibón Galparsoro, Manu
Izagirre, María Abellán.
Itsas Memoria.
Revista de Estudios Marítimos del País Vasco, 6, Untzi Museoa.
Museo Naval, Donostia-San Sebastián, 2009, pp. 83-112.
1. INTRODUCCIÓN.
La información relativa a la arqueología subacuática en el País Vasco no es muy abundante si
tenemos en cuenta la intensa actividad marítima que se ha desarrollado en sus puertos y costas a lo
largo de la historia y que, evidentemente, ha debido de dejar constancia de ella en forma de restos
subacuáticos. Conocedor de este vacío documental el Departamento de Cultura, Juventud y
Deportes del Gobierno Vasco, solicitó la elaboración del Inventario de Elementos de Interés Arqueológico
Subacuáticos de la Comunidad Autónoma Vasca. El objetivo del proyecto fue conocer el volumen y
la localización de los yacimientos arqueológicos subacuáticos y las características específicas de cada
uno de ellos a fin de abordar su estudio, difusión y protección ( 1 ).
Los trabajos llevados a cabo consistieron en el inventariado y valoración de los elementos de
interés arqueológico subacuáticos de la CAPV, y se han materializado en una base de datos
informatizada con campos de ubicación pormenorizada, descripción, valoración y documentación. Igualmente
se ha incluido la cartografía de las localizaciones en formato digital, así como la documentación
gráfica pertinente: fotografías de materiales, de excavación, etc.
La realización de estos inventarios es básica para poder llevar a cabo de forma real la protección
de los yacimientos ( 2 ), y sin embargo, esta labor se ha visto y se ve ralentizada por el volumen de los
mismos y lo costoso del proceso, al tratarse de prospección submarina y la necesidad de
homogenización de toda la información recogida.
El trabajo que aquí se presenta, fue realizado por las principales instituciones que trabajan en el
ámbito de la arqueología subacuática en el País Vasco bajo la dirección del Departamento de
Cultura, siendo AZTI-Tecnalia la encargada de las labores de coordinación, aportación tecnológica y la
prospección geofísica. Por su parte, la Sociedad de Ciencias Aranzadi se responsabilizó de la
investigación histórica; la Sociedad Cultural de Investigación Submarina (INSUB), acometió la prospección
subacuática, y finalmente, la asociación Kresala realizó las operaciones
submarinas ( 3 ).
( 1 ). Este proyecto se efectuó entre el 2004 y 2005.
( 2 ). Según lo mencionado en la Orden de 14 de mayo de 2003.
( 3 ). A continuación, se citan las personas que en mayor o menor medida, facilitaron algún tipo de información para el estudio, a los que se
agradece su colaboración: Iñaki Gutierrez, Tomás Hernandorena, Fran Camba, José Manuel Mancisidor, José Manuel Luque Matés, Andoni
Iturbe, Mikel Unzueta y Alberto Santana (Diputación Foral de Bizkaia), Alex (Aquarium de San Sebastián), Beatriz Beltrán (Becaria del Dpto. de
Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco), Beinat (Donostia-San Sebastián), Carlos Erauskin (AZTI-Tecnalia), Carlos Olaetxea, Iñaki Sagarzazu y
Gabriela Vives (Diputación Foral de Gipuzkoa), las Cofradías de Pescadores de Armintza-Plentzia, Hondarribia, San Sebastián, Pasajes de San Pedro,
Ondárroa, Gary Momber (Hampshire and Whight Trust for Maritime Archaeology, HWTMA, Southampton), Iñaki Artetxe (AZTI-Tecnalia), Iñaki
García (Diputación Foral de Bizkaia), Javier Aguinaga (Buceo Euskadi), Javier Callejo, José Felix Cubero (Autoridad Portuaria de Bilbao), Juán Luis
Peña Albizu (Autoridad Portuaria de Pasajes), Juantxo (pescador de Pasajes), Mark Beattie-Edwards y Sarah Ward
(Nautical Archaeological Society, NAS, Portsmouth), Mike Collins (Southampton University), Museo del Pescador de Bermeo, Museo Marítimo de la Ría de Bilbao, Soco
Romano (Untzi Museoa-Museo Naval de San Sebastián), Nautical Archaeological Society (NAS), Portsmouth Opegi, San Sebastián, Operaciones
Portuarias, Autoridades Portuarias de Bilbao y Pasajes.
2. PROSPECCIÓN DOCUMENTAL Y FUENTES ARQUEOLÓGICAS.
2.1. Fuentes bibliográficas.
No cabe duda que para efectuar la primera toma de contacto con un tema de este tipo, resulta de
gran utilidad la lectura de los escritores clásicos como Esteban de Garibay y Lope Martínez de
Isasti.
Figura 1: Organigrama de los participantes y tareas realizadas por cada uno de ellos.
Las ingentes obras de recopilación de documentos relacionados con la actividad marítima, como las
de Fernández Duro y Fernández de Navarrete han supuesto el punto de partida de muchos estudios
posteriores sobre el tema. Las publicaciones de Pablo Gorosabel y Serapio Múgica permiten un
acercamiento a los hechos más importantes, ya que elaboran las primeras síntesis sobre la historia de las
villas marineras vascas. Esta labor tiene su correspondencia para el caso vizcaíno en autores como
Labayru y Goicoechea o Guiard y Larrauri, quienes realizan unos trabajos de mayor penetración en el
tema económico y marítimo.
Hay que esperar hasta el siglo XX para encontrar las primeras obras y artículos sobre los temas
monográficos que interesan. Ciriquiain-Gaiztarro inicia esta nueva etapa, con sus dos obras
dedicadas a los puertos vascos y a la pesca de la ballena ( 4 ).
Es a partir del último tercio del siglo, cuando los estudios recurren a la investigación de la
documentación existente en los archivos estatales, provinciales y locales, para centrarse en los distintos
aspectos relacionados con la actividad marítima vasca.
Selma Huxley rompe una lanza en este sentido, centrando su trabajo en las pesquerías
transatlánticas y principalmente en la de los cetáceos, iniciando la explotación sistemática del Archivo
Histórico de Protocolos de Gipuzkoa (Oñati), que, hasta la fecha, había pasado casi desapercibido para
los investigadores. En el aspecto del comercio marítimo en los s. XV y XVI están los inicios en la
investigación de Isabel Mugartegi ( 5 ) así como la tesis doctoral de José Antonio
Azpiazu ( 6 ).
En cuanto a los estudios de historia local, hay que partir de las monografías de los pueblos
guipuzcoanos, editadas en la década de los 70, por la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián
( 7 ).
Textos ampliamente actualizados en años posteriores, editándose estudios apoyados en documentación
bibliográfica y documental. De este modo, se ha publicado la Historia de Rentería, de Zarautz, de Zumaia y, las
más recientes, sobre Donostia y Hondarribia; así como la de las mayorías de los puertos bizkainos en la
colección de Monografías de Pueblos de Bizkaia, que edita la Diputación Foral de
Bizkaia.
( 4 ). Estas dos obras, aunque adolecen de la falta de las necesarias referencias bibliográficas y documentales, siguen siendo de obligada
consulta para todo el que se adentre en el mundo del mar de los vascos.
( 5 ). Plasmados tanto en su tesina como en otros artículos posteriores, aunque esta autora se centrará posteriormente en los s. XVII y XVIII.
( 6 ). Plantea las bases del estudio del comercio guipuzcoano en el s. XVI a través de la documentación depositada en el archivo de Oñati y
centrándose en el valle del Deba, aunque con amplias referencias al comercio marítimo de otros puertos vascos como Hondarribia.
( 7 ). Pequeñas obras, de carácter básico, dedicadas a plasmar el devenir histórico de estas poblaciones recogiendo muy diversos aspectos.Carecen, en general, de aparato bibliográfico así como de las correspondientes referencias.
La actualización de los temas se puede seguir a través de publicaciones periódicas como el
Boletín de Estudios del Bidasoa, el Boletín de Estudios Históricos sobre San Sebastián, la revista
Bermeo: udalerri eta itsasoko gaiei buruzko aldizkaria, etc.
En la última década del siglo XX, la Dirección de Puertos y Asuntos Marítimos del Gobierno
Vasco junto con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, iniciaba la publicación de una serie de monografías
dedicadas a los puertos vascos ( 8 ).
En los últimos años se han editado las correspondientes a
Getaria, Bermeo, Ondarroa, Elantxobe, Mundaka y Zumaia ( 9 ).
Este panorama va completándose con el importante aporte bibliográfico que suponen las
publicaciones que realiza el Untzi Museoa-Museo Naval de Donostia, algunas dedicadas en exclusiva al
puerto de Pasaia y otras a la ría del Oria. Así mismo edita la revista Itsas Memoria: Revista de Estudios
Marítimos del País Vasco, de periodicidad bienal, única en su género en el ámbito vasco, que ha
publicado diversos artículos sobre arqueología subacuática a cargo de especialistas en la materia, así
como un número monográfico de referencia sobre la construcción naval en el País Vasco, con la
colaboración de 22 especialistas (nº 2, 1998).
El tema de la construcción naval inició años antes una nueva andadura a partir del estudio de
Mikel Barkham sobre los astilleros zumaiarras, basado en la documentación del Archivo Municipal de
Zumaia, así como del Archivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa. Esta labor ha sido continuada con
los trabajos de Lourdes Odriozola, José Luis Casado o Cruz Apestegui, entre otros.
Respecto a la bibliografía sobre aspectos arqueológicos, hay que remontarse a la década de los
70, cuando se realizaron las primeras publicaciones de materiales arqueológicos de procedencia
subacuática procedentes del yacimiento del Cabo de Higer en Hondarribia
( 10 ).
En 1982 se celebró en Cartagena el VI Congreso Internacional de Arqueología Submarina que
trató sobre el estado de esta disciplina, y propició el intercambio de experiencias entre los
especialistas en este campo. En un artículo ( 11 ) se hacía mención expresa y detallada de los hallazgos y
actuaciones realizados hasta esa fecha en el País Vasco.
Este panorama se completó con los artículos de Ana Benito dedicados a tipologías cerámicas
concretas, como los que se realizaron sobre anforetas y botijuelas, así como sobre anclas líticas.
Las publicaciones anuales Arkeoikuska y Aranzadiana son de obligada consulta, donde
someramente se informa de las actuaciones arqueológicas llevadas a cabo durante el año anterior, así como
la revista Arkeolan, que, a modo de pequeños artículos divulgativos, expone las novedades realizadas
por sus miembros.
El Untzi Museoa organizó en el 2004 la exposición La Memoria sumergida. Arqueología y
patrimonio subacuático vasco que, por primera vez, presentaba en una única muestra, la situación de la
arqueología subacuática vasca ( 12 ).
Acompañaba a esta exposición la publicación de un libro del mismo
título, editado por José María Unsain, que, profusamente ilustrado y riguroso, recogía el estado de la
cuestión sobre el tema, reflejando los yacimientos subacuáticos vascos.
( 8 ). Solamente los dependientes administrativamente de esa entidad, excluyendo los interesantes puertos de Pasaia y Bibao, al depender de
las Autoridades Portuarias respectivas.
( 9 ). Esta serie se ha reanudado en 2008 con la publicación de los libros correspondientes a los puertos de Lekeitio y Plentzia. Obras que
estudian la evolución del puerto desde sus orígenes hasta el siglo XX. Destacan por la exhaustividad en el tratamiento de las fuentes bibliográficas,
documentales y gráficas, en los apartados de infraestructura portuaria, pesca, comercio y construcción naval.
( 10 ). Los directores de las primeras campañas, Rodríguez Salís y Martín Bueno, escribieron artículos en los que daban a conocer los
resultados de estas labores. En 1985, Ana Benito realizó la recopilación y catalogación del material cerámico procedente de este yacimiento.
( 11 ). MARTÍN-BUENO, M., IZAGUIRRE, M., CASADO, J. L., MEJUTO, R., SENEN, F.: "La arqueología subacuática en las costas del norte y
noroeste peninsular: estado de la cuestión", VI Congreso Internacional de Arqueología Submarina, Cartagena, 1982, pp. 33-58.
( 12 ). Se exponía la evolución e importancia de dicha disciplina en el litoral vasco, desde los años sesenta hasta nuestros tiempos. Además,
incluía temas sobre la arqueología subacuática en otras partes del mundo ligadas a la historia de los vascos.
2.2. Archivos municipales.
Tal vez sea el Archivo Municipal de Hondarribia el más importante de los existentes en las villas
marítimas gipuzcoanas, tanto por el volumen como por la riqueza de su fondo documental,
aportando, en ocasiones, documentación de interés para otras poblaciones. De las grandes secciones
del Archivo interesa para este trabajo la Sección E, Negociado 6: "Relaciones con las Autoridades
Marítimas".
Del Archivo Municipal de Rentería destacamos la Sección B, Negociado 1, donde se hallan los
privilegios sobre los derechos del hierro y sobre las lanas de Castilla. En la Sección C, Negociado 5, se
encuentran las diferencias entre Hondarribia, San Sebastián y Rentería sobre la carga y descarga de
mercancías en el puerto de Pasaia (s. XVI-XVII), así como la construcción de 6 galeones para S.M. en
1595.
El Archivo Municipal de Donostia-San Sebastián aunque posee como fechas extremas 1285-1972, sufrió el incendio de 1813, quedando, por tanto, la documentación anterior a esa fecha muy
sesgada.
El Archivo Municipal de Orio se vio afectado por diversos incendios, destruyéndose gran parte de
la documentación correspondiente a los siglos XVI y XVII; es decir, los de mayor interés para el
Proyecto. Si bien existe en la sección de Documentos Antiguos (Siglos: XIV-XV-XVI-XVII) cierta
documentación de la época.
El hecho de que el Archivo Municipal de Getaria, se quemara durante la Primera Guerra Carlista,
en 1836, hace que poco pueda aportar al tema, salvo lo referente a los naufragios y restos
producidos en esa conflagración bélica.
Los fondos del Archivo Municipal de Zumaia son de gran interés, dado su volumen y variedad de
contenidos. Sin embargo, se recurrió a él solamente para completar los estudios de Odriozola y
Barkham sobre el tema.
Respecto a los archivos municipales de Bizkaia, se han consultado someramente el Archivo Histórico
del Ayuntamiento de Bilbao, el Municipal de Bermeo y el Archivo Histórico de Plentzia, entre otros.
2.3.
Archivos Generales del País Vasco.
2.3.1.
Archivo Histórico de Protocolos de Oñati
(AHPG).
La consulta de este valioso y difícil
( 13 ) archivo fue obligada para el proyecto. Las villas portuarias se ven
reflejadas de manera muy diversa. La documentación es abundantísima para Hondarribia, con un
riquísimo siglo XVI, pero escasa para Getaria o Donostia, debido a los incendios que las asolaron en
la primera mitad del siglo XIX. Hay múltiples legajos que aportan interesantes referencias para el
ámbito marítimo de Zarautz así como de Orio.
De entre la gran variedad de tipos documentales existentes, los de mayor interés para el estudio,
fueron los siguientes: carta de afletamiento, venta de embarcaciones, cartas de pago, obligaciones,
contratos, en ocasiones testamentos ( 14 ), poderes, manifestaciones e informaciones, cartas de
arrendamientos (por ejemplo de las casas lonjas), etc.
Conviene destacar, entre los tipos citados, las ventas de navíos y las cartas de afletamiento. Estas
últimas, aunque son un documento breve, facilitan información sumamente rica: dueño y maestre
del navío, procedencia, tipo de embarcación (en ocasiones detalles de su factura y capacidad), la
carga que se transporta, el puerto de origen y el de llegada, el recorrido del viaje y el flete que se paga.
( 13 ). Además de la dificultad de acceso al hallarse en Oñati, existe una gran variedad y en ocasiones complejidad, de lectura de las letras de
los diversos escribanos que, en ocasiones, va asociada a un penoso estado de conservación de muchos legajos. Es muy frecuente hallarlos
atacados por humedad, polilla y otros parásitos que hacen prácticamente imposible la lectura.
( 14 ). Para efectuar el seguimiento de los marinos ilustres o mercaderes significativos.
2.3.2.
Archivo General de Gipuzkoa
(AGG).
En este archivo, ubicado en Tolosa, se revisaron varios negociados de la Sección 2ª del Archivo de
Juntas y Diputaciones. El negociado 8 posee documentación referente a puertos, muelles y puentes.
En el negociado 11, en los "Servicios de marinería", se consultaron las listas de marineros así como
correspondencia sobre el tema, donde se evidenciaba el malestar generado en la población con
motivo de las levas. En el negociado 12, se hallaron varios expedientes sobre temas concernientes
principalmente al Bidasoa así como al tema pesquero (ballena, bacalao, etc.).
En el negociado 13, existen documentos del s. XVII relativos a una cuestión suscitada entre las Cofradías de Mareantes de
Getaria y San Sebastián.
Afortunadamente en este archivo se encuentran expedientes voluminosos que se dedican a villas
como Getaria, para paliar la escasez documental de su Archivo Municipal.
2.3.3.
Archivo Diputación Foral de Bizkaia
(ADFB).
Este archivo ( 15 ) se divide en seis áreas: administrativo, judicial, municipal, notarial, eclesiástico y varios.
Áreas que empiezan en la transición entre el siglo XV y XVI y llegan hasta nuestros días. De estas
secciones se consultaron en el Histórico Administrativo lo correspondiente a Obras, Transportes y
Comunicaciones. Del Histórico Notarial se revisaron los Protocolos de la Merindad de Busturia. Dentro de la
sección de Varios, se consultó información sobre las empresas Euskalduna, Sota-Aznar, etc., así como
la sección de fotografía.
2.3.4.
Archivo Histórico Provincial de Vizcaya
(AHPV).
El núcleo de este archivo está constituido por los protocolos notariales de más de cien años de
antigüedad procedentes de los archivos de distrito de la provincia. Se consultaron los correspondientes a
Bermeo, Plentzia y Armintza. Junto a ellos, y de acuerdo con la legislación vigente, ingresa de
manera regular documentación de la Administración Civil del Estado en la provincia.
2.3.5.
Archivo del Servicio de Puertos de Gipuzkoa y Bizkaia
(ASPG y ASPB).
Este archivo complementa y continúa la documentación contenida en el AGG respecto al tema de
obras portuarias. La documentación se halla depositada en las siguientes series ficticias:
Las Carpetas Negras contienen los proyectos de obras que han sido ejecutados en los puertos
desde los años 40 del siglo XX hasta la década de los 90, presentando el expediente administrativo
completo: el proyecto (con su memoria, planos y presupuesto), la documentación generada y la
liquidación de las obras.
Las Carpetas Rojas comprenden expedientes relativos a obras pero de carácter más variado que
las anteriores, abarcando desde la década de los 30 hasta los años 70 del siglo XX: proyectos de
dragado, adquisición de material portuario, reparaciones, alumbrado, etc., generalmente incompletos y
sin liquidación.
Las Carpetas Metálicas albergan expedientes comprendidos entre finales siglo XIX y mediados
del siglo XX, con documentación diversa relativa a obras de reparación y adquisición de material
portuario.
Hay una serie de carpetas sueltas, sin orden, ni numeración, que guardan documentación
diversa. Aunque está incompleta, resulta de gran interés por ser más antigua que las anteriores,
remontándose a finales del XIX ( 16 ).
2.3.6.
Archivos de las Cofradías de Pescadores.
La información documental que se encuentra en las cofradías es, sobre todo, interesante en cuanto
a los pleitos que puedan tener en sus archivos. Estos suelen estar relacionados con conflictos entre
pescadores de puertos vecinos, generalmente con disputas sobre qué se pesca y en qué zonas.
También suelen tener datos sobre el estado de los puertos y quejas de los pescadores sobre éste
( 17 ).
Los Archivos de las Cofradías tienen gran variedad y diferencia en cuanto a las fechas extremas de
sus fondos documentales, algunos son muy completos y valiosos por poseer documentación desde
época medieval o moderna, como el de de la Cofradía de San Pedro de Hondarribia.
( 15 ). El Archivo Foral de Bizkaia dependiente de la Diputación, es el centro de depósito y conservación de la documentación histórica de
Bizkaia, que fue generada por sus organismos forales y provinciales a lo largo del tiempo, así como también de la que, a través de diversos
convenios y avatares, ha sido confiada a la Diputación Foral.
( 16 ). Se hallan proyectos no realizados como el del Puente Internacional que unía Hondarribia con
Hendaia.
( 17 ). En cualquier caso, estos documentos no siempre tienen un orden y la información hay que buscarla y extraer aquellos datos que
puedan ser de utilidad. En algunas de las cofradías, los archivos se perdieron durante las múltiples guerras o a causa de incendios que sufrieron los
edificios que las albergaban, como es el caso de la de San Pedro de
Getaria.
2.4.
Archivos Estatales.
2.4.1.
Archivo del Museo Naval de Madrid
(AMNM).
Es imprescindible acudir a este archivo para realizar cualquier estudio sobre aspectos marítimos y es
básico consultar las series de Vargas Ponce y Fernández de Navarrete si el tema es sobre el País
Vasco. Estos autores, miembros de la Armada, copiaron entre el s. XVIII y el XIX documentos
relacionados con el tema marítimo de diversos archivos, principalmente los Municipales. Debido a la gran
inestabilidad política en esos siglos, algunos de estos archivos han desaparecido (por guerra, incendio o
saqueo) como es el caso del de Getaria y el de Donostia, convirtiéndose estas copias en documentos
únicos para el estudio.
Las Colecciones de Vargas Ponce poseen mayor interés para este proyecto que las de Fernández
de Navarrete. La primera de ellas, suministra información sobre levas de
marinería, reales armadas, fortificaciones, servicio de corso, construcción naval, comercio marítimo y
pesca ( 18 ).
Respecto al material gráfico, este archivo posee una buena colección de cartografía donde
hallamos mapas y cartas náuticas de los puertos en estudio ( 19 ).
( 18 ). Son abundantes los documentos que hacen referencia al "Pasajes de Fuenterrabia"; es decir, al Puerto de Pasajes, en su parte de Lezo
y San Juan.
( 19 ). Entre otros, destacamos dos mapas de la desembocadura del Bidasoa y tres cartas náuticas de la Bahía de Hondarribia, de los siglos XVIII
y XIX, así como dos cartas náuticas de la Bahía de Getaria del s. XIX.
2.4.2.
Archivo General de Simancas
(AGS).
Tras la revisión de los índices existentes, así como de la consulta de ciertos legajos, de la información
que expurgamos mencionamos las siguientes secciones:
Del Registro General del Sello, se hallaron referencias sobre aspectos muy diversos como
apresamientos de navíos, fortalezas, etc.
La Sección de Guerra y Marina, también llamada Guerra Antigua, a pesar de presentar grandes
expectativas para el Proyecto, la información recogida ha sido parcial y menor de la esperada,
haciendo referencia a marinos, construcción de zabras, naufragios, etc.
En la Secretaría de Guerra, se encuentran los expedientes personales de marinos del s. XVIII así
como información sobre obras en las fortificaciones.
Con la Sección de Secretaría de Marina, Muelles y Puertos se pretendía completar las series de
obras del AMOPT para el siglo XVIII, pero, desgraciadamente, esta Sección no contiene más que la
descripción de las villas guipuzcoanas efectuada por Thomas de Allo y Nicolás de Inda en 1750.
En la Sección de Mapas, Planos y Dibujos se han catalogado diversos planos de poblaciones del
estudio, la mayoría dedicados a las fortificaciones, pero también con referencias a los puertos.
2.4.3.
Archivo del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (Madrid)
(AMOPT).
Este archivo, junto con el del Servicio de Puertos de Gipuzkoa y las series sobre puertos existentes en
el Archivo Histórico Nacional y en el de la Administración de Alcalá de Henares, es fundamental para
estudiar la evolución de la infraestructura portuaria en los siglos XIX y XX.
Su tipología es similar a las del ASPG y ASPB, a los que viene a completar, añadiendo aspectos
como proyecto de faros, construcción de astilleros en diversos puertos, establecimiento de baños,
aprovechamiento de las marismas, etc.
2.4.4.
Otros archivos estatales.
Relacionado con el anterior, se examinó también, el Archivo General de la Administración (Alcalá de
Henares-Madrid) (AGA) para el tema de infraestructura portuaria del último siglo.
En el Archivo Histórico Nacional (Madrid) (AHN) se consultó la Sección de Fondos Modernos, Serie
Ministerio de Obras Públicas, Inventario de la Dirección General de Puertos, que posee varios
expedientes específicos dedicados a los puertos y faros vascos.
En la Biblioteca de la Real Academia de la Historia (Madrid) (BRAH) se revisó la colección Vargas
Ponce que completa las existentes en el Museo Naval. Se hallaron noticias topográficas, históricas y
estadísticas sobre diversas villas portuarias vascas. En el apartado gráfico, se localizaron algunos
planos de interés para el trabajo.
2.5.
Museos.
2.5.1.
Museo Marítimo de la Ría de Bilbao.
Este museo se encuentra en la misma ría. La información accesible consiste en elementos de la ría y
de su puerto, así como de la cultura marítima en general. Se presta especial atención a aquellas
piezas que guardan relación con las personas que han contribuido a dicha cultura y que han sido parte
de su evolución. La colección del museo se dedica principalmente a las Navieras Bilbaínas, con
maquetas de embarcaciones que fueron construidas en los antiguos astilleros de la ría de Bilbao.
El Museo de la Ría de Bilbao es bastante reciente y todavía está en proceso de evolución y
expansión. Su archivo es, por el momento limitado, al igual que su material arqueológico.
2.5.2.
Untzi
Museoa-Museo Naval de Donostia-San Sebastián.
Este museo destaca por su contenido sobre el desarrollo marítimo en sus aspectos generales, pero
especialmente, es interesante por su accesibilidad y la cantidad de registros documentales sobre el
tema ( 20 ).
Siendo de especial ayuda en el apartado de la arqueología subacuática y su desarrollo. Recientemente
se ha remodelado desapareciendo la exposición permanente e instalando otras temporales, que
presentan aspectos concretos de la relación de los vascos con el mar a lo largo de los siglos.
Posee un depósito interesante de material arqueológico y etnográfico. Entre estos fondos,
destacamos las embarcaciones pesqueras (botes, merluceras, chipironeras y motoras), anclas líticas y
férricas, así como las colecciones de material arqueológico subacuático procedente principalmente de
Hondarribia y Donostia.
2.5.3.
Museo del Pescador de
Bermeo.
El Museo del Pescador ( 21 ) alberga información sobre los puertos vascos, la vida y las costumbres de los
pescadores y sus organizaciones gremiales, los barcos utilizados para la pesca, además de las
técnicas de pesca y navegación empleadas hoy en día y las que se emplearon en el pasado. Es un buen
sitio para acudir en busca de información específica con referencia a la pesca y todo su entorno.
Actividad que ha sido una de la más importante en el litoral vasco durante siglos.
2.5.4.
Museo San Telmo de
Donostia-San Sebastián.
El Museo San Telmo que actualmente se encuentra cerrado por reformas, contiene varias secciones,
entre ellas la Arqueológica y Etnográfica, de interés para el presente
trabajo ( 22 ).
Los fondos etnográficos contienen elementos procedentes de las actividades de las herrerías y forjas, de la pesca y la
carpintería. En la Sección de Arqueología se hallan piezas extraídas del mar en los albores de la
arqueología subacuática en el País Vasco, como el ancla de factura antigua recuperada a la altura del cabo
de Higer en Hondarribia.
( 20 ). Dentro del museo existe un área dedicada a biblioteca, videoteca, servicio de documentación y archivo que trata el tema marítimo, con
especial atención a la costa vasca.
( 21 ). Se encuentra ubicado en el Monumento Nacional, Torre de Ercilla, cuya historia puede seguirse en la exposición del museo.
( 22 ). El museo, además, tiene una colección de armería e historia militar. Esta colección es de gran calidad. Parte de esta información ayuda
al entendimiento del desarrollo cultural vasco en todos sus ámbitos.
2.5.5.
Aquarium de
Donostia-San Sebastián.
Sus fondos albergan objetos que han sido entregados por diversas personas, como pipas de caolín,
cazoletas, cuencos, balas de cañón, etc., que en general, no tienen referencias concretas de su zona
de origen.
2.5.6.
Otros museos.
El Museo de Las Encartaciones de
Sopuerta ( 23 ) aporta información para el mejor entendimiento de la evolución de las Encartaciones a través de los siglos y el uso de la ría de Bilbao para el transporte de
productos, principalmente metalúrgicos.
Del Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco de
Bilbao ( 24 ) interesan para este proyecto, las salas dedicadas al mar y a la pesca, a la industria férrea y armera, así como a la actividad comercial. Sus
fondos albergan Artes Gráficas, Archivo Fotográfico y Archivo Documental, que son de gran utilidad a
la hora de añadir información para un mejor entendimiento de la historia y arqueología marítima.
En la colección del Museo Municipal de Plasentia de Butrón, Plentzia (
25 ) se pueden observar instrumentos de navegación, cartografía, maquetas de barcos, cuadros con iconografía marítima,
armamento de guerra (cañones y obuses de la Guerra Civil), así como anclas.
2.6. Centros con material arqueológico.
La consulta de los materiales arqueológicos se llevó a cabo en el momento del estudio, en las
siguientes entidades donde se hallaban depositados:
Sociedad de Ciencias Aranzadi: Era el Depósito del Patrimonio Arqueológico de Gipuzkoa y en él
se encontraban la mayoría de los materiales arqueológicos hallados en este territorio. Con respecto a
los que interesaban para este proyecto, custodiaba los materiales depositados por T.
Hernandorena, procedentes del cabo de Higer y la colección de J. G. Zabala, de la misma procedencia. Los extraídos
por INSUB entre 1980 al 2003, en Hondarribia y en la bahía de Donostia. De Getaria, se revisaron allí
las piezas del yacimiento de Iturritxiki, Getaria, excavado por la propia
sociedad ( 26 ).
INSUB: Esta sociedad albergaba en sus instalaciones los materiales correspondientes a las dos
últimas campañas realizadas en Hondarribia y en la bahía de La Concha de
Donostia.
Untzi Museoa-Museo Naval de Donostia: Posee en el pabellón SACEM de Andoain la colección
más amplia de T. Hernandorena, además de otros elementos propios de su fondo, como restos de
embarcaciones, material náutico, artes de pesca, así como embarcaciones que han navegado en el
Cantábrico en el siglo XIX y XX.
2.7. Fuentes dispersas.
2.7.1. Cofradías y pescadores.
Una de las fuentes dispersas consultadas han sido las cofradías de pescadores. Es donde se ha
acudido para contactar con pescadores y para saber qué tipo de documentos son accesibles en referencia
a la arqueología subacuática.
Los pescadores constituyen una buena fuente de datos oral mediante la cual empezar a indagar;
trabajan en la mar y tienen gran conocimiento del medio; pero, es necesario y difícil ganarse su
confianza ( 27 ).
( 23 ). Está dedicado a la historia de esta comarca, abarcando desde la prehistoria, la romanización, la edad media hasta mediados del siglo XIX.
( 24 ). Contiene en su colección los restos más remotos del linaje vizcaíno en los que se representan los modos de vida del pueblo.
( 25 ). Ubicado en un edificio del siglo XVI, muestra información sobre la historia de la villa, marcada por su continua asociación con el mar.
( 26 ). Recientemente el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, se ha hecho cargo de todos los materiales arqueológicos trasladándolos a una sede provisional en
Donostia.
( 27 ). Entre los marineros y, en general, entre la gente de la costa hay desconfianza, no siempre están abiertos a los desconocidos, en parte
porque esas zonas de las que podrían hablar son zonas en las que se refugian peces y hay miedo a que se extraigan los materiales y se destruya
el área fértil para la pesca.
Para encontrar a pescadores, las cofradías han resultado ser de poca ayuda prefiriendo que se
contactara directamente, acudiendo a los muelles para hablar con ellos. Estos contactos han
permitido obtener información relativa a las zonas donde se les enganchan las redes, ya que en ocasiones,
sacan fragmentos de madera de algún barco hundido. También pueden aportar datos sobre
acontecimientos históricos de algún naufragio. Historias que se han ido pasando entre pescadores o, en el
caso de los pescadores ya jubilados, acontecimientos vividos por ellos mismos.
Al ser una fuente oral, hay que dar con la información adecuada, esto conlleva mucho tiempo. De
estos pescadores los que más información facilitan son aquellos que trabajan en la costa, los de las
chipironeras o los que se dedican a la pesca de bajura.
2.7.2.
Buceadores.
Algunos de los mejores contactos se consiguieron a través de
buceadores ( 28 ), pero los datos tienden a ser de diferentes categorías, dependiendo de los entrevistados. La información a veces es muy
definida con un alto contenido en detalle y localización de los materiales. Para entender estos
testimonios es necesario conocer bien la geografía local, además de las claves del entorno, las que utilizan la
gente de los pueblos, para comprender dónde se encuentran los elementos de interés arqueológico.
En otras ocasiones, la información es dispersa y la ubicación de materiales no es precisa.
El trabajo debe ser continuo tanto con buceadores como y sobre todo, con los clubes de buceo, para
mejorar el entendimiento y respeto al patrimonio histórico, y, a poder ser, con una misma persona o
entidad responsable de la arqueología subacuática para una mejor fluidez de datos y confianza mutua.
La comunicación también se dificulta por la falta de entendimiento en la materia; qué materiales
se consideran de importancia arqueológica o histórica, no siendo sólo los barcos hundidos los que
entran en este apartado. En muchos casos, el informante descarta referir aquellos materiales
menores que para él no tienen relevancia pero, que tal vez sí para el investigador.
( 28 ). La relación inicial es lo más complicado, ya que hay cierta tendencia a desconfiar. En muchos casos, es difícil conseguir que las personas
accedan a dar información ya que sienten que se les debe algo a cambio. En otros casos consideran que los materiales son de su pertenencia.
2.7.3. Historiadores locales.
Los historiadores locales, en algunos casos gente aficionada, que se encuentran en muchas zonas de
la comarca, guardan y publican mucha información de interés local. Están familiarizados con los
archivos municipales y poseen un dilatado conocimiento bibliográfico e histórico de la región en la
que se desenvuelven diariamente. Estas personas permiten conseguir referencias bibliográficas,
posibles documentos históricos e información sobre otras personas o sociedades que puedan facilitar
más información de los temas que nos ocupan.
3. PROSPECCIÓN GEOFÍSICA.
La arqueología submarina ha ido adoptando diferentes tipos de técnicas geofísicas para el muestreo
remoto con el objeto de localizar e identificar recursos culturales. Entre los instrumentos más
utilizados se encuentran los magnetómetros, sónares, perfiladores de sedimento y más recientemente, las
ecosondas multihaz. Estos equipos operan en conjunto con un GPS diferencial y los ordenadores de
abordo equipados con programas de muestreo de precisión.
Gracias a la rápida evolución de estas técnicas, actualmente se obtienen datos de alta precisión y
fiabilidad, reduciendo los costes de muestreo. Además, aportan datos en zonas en las que incluso
para el ser humano, es difícil obtener información directa debida a la escasa visibilidad o por la
dificultad de acceso por la profundidad. Otra característica relevante, es que se trata de técnicas no
intrusivas, por lo que los objetos estudiados no se ven físicamente afectados.
3.1. Sonda
multihaz.
La sonda multihaz es una técnica acústica de alta precisión. Su principio de funcionamiento es el
mismo que el de la ecosonda tradicional, y se basa en la emisión de un pulso acústico y la recepción del
eco proveniente del lecho marino. La profundidad entre el emisor (transductor) y el lecho marino se
calcula a partir del tiempo requerido por la señal acústica en recorrer la distancia entre el transductor
y el fondo, y desde el fondo hasta el receptor.
La mayor parte de los sistemas multihaz están compuestos por dos series de cerámicas
piezo-eléctricas unidas a un transductor que puede estar fijado en el casco o ser portátil.
Una de las series produce la señal acústica de transmisión, mientras que la otra, genera las que se reciben. El producto de
las dos series resulta un pulso con forma de abanico ( 29 ).
El sistema de muestreo está compuesto por una serie de periféricos sincronizados entre sí para la
corrección de los datos y optimización de su trabajo ( 30 ).
Si bien la sonda multihaz es un equipo capaz de obtener información con una cobertura del
100% del lecho marino, no significa que todos los elementos del fondo marino puedan ser
detectados. Esto es debido a que las sondas multihaz están compuestas por un número finito de pulsos, por
lo que existe un límite en la resolución espacial mínima que puede ser conseguida y, por tanto, el
tamaño del objeto que puede ser detectado con una sonda multihaz. El principal factor que influye
en la detectabilidad de la sonda es la dimensión de la huella acústica y su dependencia con el ancho
del pulso generado por la multihaz y la profundidad. A medida que el ancho de pulso aumenta, o
aumenta la distancia entre el transductor y el fondo, la huella acústica aumenta.
Por tanto, la sonda sólo puede detectar aquellos objetos que sean mayores que la huella acústica.
La capacidad de detección y la extensión del objeto están controladas por la densidad de los
sondeos y específicamente, cuántos pulsos individuales interrogan el objetivo (número de impactos), para
que la forma del objeto pueda ser delineada. Debido a que el sónar está físicamente montado en el
casco de la embarcación, cualquier parámetro que altere la posición de la embarcación, y por tanto,
la localización del barrido, puede variar la densidad de sondeos.
( 29 ). El equipo utilizado en este proyecto se trata del modelo SeaBat 8125. Es un sistema de ecosonda multihaz enfocado de alta resolución.
Consta de un total de 240 haces en un sector angular de 120º. La frecuencia de operación es de 455kHz. La energía acústica emitida tiene la
forma de un pulso con forma de lóbulo muy estrecho a lo largo del transecto (0,5º) y más ancho en dirección perpendicular al transecto (1º).
( 30 ). El sistema de posicionamiento por GPS es un receptor de la firma Trimble, con varias posibilidades de recepción de las correcciones
diferenciales. Esto permite tener una alta precisión en la posición con un error inferior a 3 m. Para la detección de los movimientos de la embarcación
se usa un sensor basado en tecnología de fibra óptica de la casa Ixsea. En cuanto a la medición de la velocidad del sonido en el agua el equipo
empleado es un SVP (Sound Velocity Profiler) de la firma Reson. También se ha utilizado un sensor de la velocidad del sonido en superficie, con el
fin de corregir pequeñas variaciones en superficie debidas a cambios de salinidad y temperatura del agua. Finalmente, el software usado es un
PDS 2000 de la firma Reson. Este software permite la adquisición, procesamiento y visualización de los datos obtenidos de forma eficiente.
3.2. Magnetometría.
La magnetometría se trata de una técnica geofísica pasiva que mide la intensidad local del campo
magnético. La propia rotación de la Tierra y el material férrico que en una parte importante la
compone hacen que ésta se comporte como un gran imán, teniendo su propio campo magnético. La
concentración de material férrico afecta al campo magnético y produce una anomalía magnética, lo
cual no depende de si el material está en superficie o enterrado en el sedimento. Además, la
intensidad de la anomalía y su forma, pueden dar pistas sobre la masa férrica que produce la anomalía y la
profundidad a la que se encuentra.
La técnica empleada consiste en un equipo que es arrastrado mediante una embarcación, un
cable y un procesador que recibe y visualiza los datos. El cable cumple una triple función: arrastre,
alimentación eléctrica del equipo y transmisión de datos. La intensidad del campo magnético
producido por un objeto decrece con el cubo de la distancia entre el objeto y el magnetómetro, lo que
indica que el magnetómetro debe ser arrastrado relativamente cerca del objeto para poder ser
detectado. Como ejemplo, un casco metálico de barco puede ser detectado a 120 ó 180 m de
distancia y un cañón aislado a 30 m.
La capacidad de detección de materiales férricos ha hecho de esta técnica el principal método de
muestreo arqueológico en medio marino. Las embarcaciones siempre han transportado
material férrico de varias formas, ya sea como carga, material de construcción del casco o incluso cadenas,
cañones, anclas, munición, o clavos utilizados en la construcción de la nave, etc. Aún y todo, esta
técnica no es capaz de detectar otro tipo de metales como el bronce o la plata.
El magnetómetro utilizado en el proyecto fue del tipo de campo total. Es capaz de registrar sólo
la magnitud del vector del campo magnético, independientemente de su dirección respecto al
sensor. Estas características lo hacen el más apropiado para localizar anomalías magnéticas, y por tanto,
para la detección de elementos férricos sobre el lecho marino o enterrados en el sedimento.
3.3.
Diseño de los trabajos de campo.
Antes de la realización de las campañas de muestreo geofísico se realizó un análisis de las zonas
que pudieran resultar de especial interés por su valor arqueológico o porque, con anterioridad, se
hubieran encontrado elementos arqueológicos que indicaran que pudieran aparecer nuevos
elementos. Siguiendo este criterio, cabe destacar los puertos, estuarios y bocanas de la CAPV que,
por su trayectoria histórica, siempre han tenido un alto valor arqueológico. Además de los
puertos, también se consideraron de prioridad zonas que, debido a su morfología y abrigo frente al
oleaje, han resultado ser históricamente zonas de refugio para las embarcaciones como Getaria y
la bahía de Txingudi.
Otro de los factores a tener muy en cuenta, fueron las labores de dragado que se tenían previstas
durante la duración del proyecto. Prácticamente todos los puertos del País Vasco que fueron
transferidos a la CAPV, requieren dragados periódicos para el mantenimiento del calado para asegurar la
navegación. Las obras de dragado pueden causar daños irreparables a elementos que estén en el
lecho marino, ya sea porque son extraídos y vertidos en otra zona, o porque pueden ser destruidos
por la maquinaria empleada para la extracción. Además, también se consideraron prioritarias las
áreas o puertos donde se tenían previstas obras civiles, que podrían suponer pérdida de patrimonio
arqueológico. En este sentido cabe destacar la zona de Mutriku, en la que se preveía la construcción
del dique de abrigo exterior y cuya importancia histórica es conocida (
31 ).
( 31 ). Obra en ejecución.
3.4.
Realización de los trabajos de campo.
El principal factor limitante para la toma de datos de campo fue el estado de la mar, ya que la altura
del oleaje no debía superar 1,5 m.
En cada jornada de muestreo, se realizó un perfil de velocidad del sonido de la columna de agua.
Esta técnica permite conocer la velocidad de transmisión de las ondas acústicas cada 0,5 m desde la
superficie hasta el fondo. Ya que la técnica de sonda multihaz es muy precisa, es necesario incluir el
perfil de velocidad de sonido a fin de corregir las anomalías que pueda producir la estratificación del
agua (especialmente intensa en época estival).
Además, también se utilizó un medidor de velocidad
del sonido en superficie. Este equipo permite obtener información de la velocidad del sonido en
superficie y en tiempo real.
Se utiliza para corregir la velocidad incluida en el perfil debido a
pequeños cambios en superficie, que suelen ser producidos por diferencias en las características de las
masas de agua. Es especialmente útil en estuarios donde puede haber aportes de agua dulce, que
producen cambios en la salinidad y temperatura del agua superficial, los cuales son los principales
factores que producen alteraciones de la velocidad del sonido.
Durante los trabajos de adquisición de datos, los transectos se espaciaron dependiendo de la
profundidad, pero considerando siempre que se debía alcanzar el 100% de cobertura de la superficie
muestreada. En función de la profundidad, la cobertura obtenida por cada "barrido" del equipo es
diferente y debe considerarse la necesidad de un cierto grado de solapamiento con el fin de evitar
espacios vacíos sin datos.
Además de los datos batimétricos, también se registraron datos de reflectividad acústica del
fondo marino. Estos datos permiten analizar información sobre la impedancia acústica del fondo, o lo
que es lo mismo, la porción de energía acústica que es reflejada por el lecho marino o los objetos que
yacen sobre él. Este tipo de información permite resaltar objetos de diferente naturaleza.
4. PROSPECCIÓN SUBACUÁTICA.
Desde el punto de vista metodológico, el uso de métodos autónomos de constatación directa
subacuática se ha hecho necesario como único instrumento de verificación de elementos de presunto
interés arqueológico.
En este sentido, los objetivos correspondientes a las inmersiones que se han llevado a cabo
durante el año 2005 han sido diferentes y siempre dependiendo de la fase programada en el proyecto
general. Las más frecuentes se han dado a profundidad escasa o media, es decir entre 0 y 30 m. en
puntos ya conocidos, con el fin de verificar el estado del elemento arqueológico o su permanencia
in situ.
Teniendo en cuenta que muchos de los puntos de interés de los que se disponían en otros
inventarios, no tenían referencias de localización compatibles con las coordenadas elegidas para este
nuevo inventario, ha sido necesario relocalizar muchos de ellos para tomar las nuevas referencias por
GPS. Para ello, y a esta misma profundidad, se han llevado a cabo inmersiones de comprobación de
visu de la existencia de cada elemento para la toma de su posición.
Asimismo, se han llevado a cabo inmersiones en profundidades mínimas para la evaluación
subacuática de yacimientos sitos en zonas intermareales; es decir, en la verificación de la continuación
bajo el agua de yacimientos conocidos en seco en marea baja.
Circunscribiéndonos a la misma profundidad debemos mencionar los programas que cada
Sociedad viene desarrollando en proyectos a largo plazo en la prospección anual de los fondos más
fértiles, como rías, ensenadas o bahías, de donde se obtienen nuevos datos no conocidos hasta la
fecha.
En este tipo de programas, el objetivo de INSUB es conocer el patrimonio marítimo con el fin de
iniciar un plan de protección del mismo. Para ello, el desarrollo del trabajo queda conformado con
una serie de frentes abiertos simultáneamente:
· Prospección de visu de las zonas de mayor urgencia a causa de la incidencia de las actividades
subacuáticas deportivas en el área.
· Prospección de visu de las zonas con mayor riesgo de expolio a causa de diferentes factores
como la extracción de algas por arrastre.
· Recopilación de datos sobre la existencia de restos arqueológicos a lo largo de la costa,
proporcionados por colectivos relacionados con el mar como buzos profesionales, deportivos,
pescadores, etc.
· Recopilación de datos históricos.
En el programa de prospección se da mayor importancia a las zonas fértiles como puertos donde
los dragados son periódicos, rías, ensenadas y abrigos naturales como la bahía de Donostia y la de
Txingudi y la zona del cabo de Higer.
Teniendo en cuenta el área sujeta a estudio y extensiva a toda la costa vasca, básicamente dos son
las zonas donde se lleva a cabo el trabajo: las rías, con fondos en su mayoría fangosos y sometidas a
corrientes alternativas vaciantes y llenantes, y la costa marina, con dos tipos fundamentales de
fondo, como son las grandes extensiones de sedimento y las zonas rocosas.
Es de gran interés la utilización de un torpedo submarino para maniobras contra corriente. Esta
misma infraestructura es recomendable para la prospección en arenales y graveras con el fin de
cubrir mayor extensión. En las zonas rocosas, sin embargo, es preferible la observación directa sin
tracción mecánica dado lo accidentado de la superficie a cubrir y la cantidad de recovecos a revisar.
Una técnica empleada por el grupo y, de la que debemos admitir sus buenos resultados siempre que
la visibilidad lo permita, es el rastreo del fondo en equipos de tres o cuatro personas en que alguno
de los miembros se dedique a observar grandes elementos y, por lo tanto, se sitúe por encima del
resto que deben mantenerse casi en el propio fondo para poder analizar el material menudo y los
intersticios entre piedras o rocas.
Aunque el cuadriculado del área en la cartografía es prácticamente una necesidad
metodológica que nos permite entre otras cosas, un siglado topográfico, esta parcelación cartesiana del
fondo no siempre es posible, ni siquiera resulta práctico, por lo que para la parcelación del fondo es
preferible recurrir a la configuración del mismo o a elementos que ocasionalmente se encuentren
en él.
En este sentido, debemos señalar que la potencia de la capa de arena sometida a variaciones del
fondo marino puede alcanzar, en ciertas zonas, más de dos metros. Estos movimientos se producen
de forma cíclica, por lo que anualmente se descubren ciertas zonas mientras que otras próximas
permanecen cubiertas, fenómeno que se repite, en sentido contrario, en épocas diferentes y siempre
con intensidades distintas, por lo que la potencia fluctuante de arena también cambia.
Por otro lado, la línea de grandes inmersiones a más de 50 m, ha estado relacionada con el
programa anual desarrollado por Kresala en la localización de grandes pecios contemporáneos. Esta
misma Sociedad ha realizado inmersiones de verificación e identificación de pecios localizados en el
área vizcaína por AZTI-Tecnalia con sistemas geofísicos.
Independientemente de la profundidad, hay que mencionar las inmersiones realizadas para la
obtención de tomas fotográficas con el doble objeto de crear documentación para acompañar el
inventario y de posibilitar a su vez, la identificación en tierra de los elementos hallados.
5. ORGANIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN.
5.1.
Base de datos.
Se diseñó una base de datos que pudiera albergar todas las fichas arqueológicas generadas en el
transcurso del proyecto. La base de datos se realizó en Access y se tuvo en cuenta el diseño actual de
la base de datos del Dpto. de Cultura del Gobierno Vasco para que las dos pudieran ser compatibles,
así como la metodología de trabajo a la que deben ajustarse los proyectos de inventariado de
materiales arqueológicos y/o paleontológicos ( 32 ).
Se actualizó el listado de los campos considerados en la
base de datos del Dpto. de Cultura con los campos específicos que han sido considerados necesarios
para el inventario subacuático.
También se ha realizado una lista cerrada de términos, con el objeto que cualquier persona
encargada de introducir la información en las fichas pudiera emplear estos términos comunes a toda la
base de datos. La lista está compuesta por cinco valores:
1. Yacimiento: Varios elementos pertenecientes a un mismo conjunto. Ha sido empleado para los
casos en el que esté declarado como tal o se haya realizado algún tipo de estudio arqueológico.
2. Zona arqueológica (zona de presunción arqueológica): Área que por sus características
históricas y localización tiene un alto potencial arqueológico.
3. Construcción: Elementos que están edificados o construidos, bien que estén en uso o desuso o
que no sea visible en superficie.
4. Elemento aislado: Un componente o pieza suelta que puede pertenecer o no a un grupo pero,
que en el momento de ser encontrada, o recuperada, se encontraba sin ningún otro material
asociado.
5. Acumulación de elementos o zona fértil: Grupo de piezas, que pueden o no estar relacionadas
entre sí, pero que se localizan en un mismo área.
En cuanto a la tipología específica también se ha realizado mediante una lista cerrada, si bien,
debe considerarse la posibilidad de que aparezcan nuevos términos por lo que no puede
considerarse como una lista cerrada definitivamente. Entre los términos más comunes se encuentran:
embarcaciones, anclas, construcciones civiles y restos de armamento.
En total, se han informatizado 396 fichas arqueológicas. Algunas de éstas no tienen asignada una
localización geográfica, ya que se trata de elementos que en la actualidad no están en el lugar
original del hallazgo.
5.2. Sistema de Información Geográfica.
Este sistema es la principal herramienta para almacenar, centralizar, organizar, actualizar y acceder a
la información necesaria para facilitar la gestión efectiva y la toma de decisiones. Las bases de datos
pueden ser utilizadas para superponerlas en zonas conocidas con múltiples variables
medioambientales, para desarrollar modelos estadísticos de las condiciones medioambientales alrededor del lugar
y que después puede ser aplicado en otra parte ( 33 ).
( 32 ). Recogidos en el Anexo I de la Orden de 14 de mayo de 2003.
( 33 ). MATHER, I.R. AND G.P. WATTS, JR.: "GIS: a new tool for underwater arqhaeologist and submerged cultural resource
manager´s", in RUPPE, C.V. and BARSTAD, J.F. (eds.): International Handbook of Underwater Archaeology, Plenum Press, New York, 2002.
A lo largo del proyecto se han generado varias capas de información en formato shapefile de
ESRI, compatibles con el Sistema de Información Geográfica del Dpto. de Cultura. Las capas que
fueron empleadas son las siguientes:
· Zonas de interés arqueológico.
· Línea de costa.
· Isóbatas ( 34 ).
· Sondas.
· Ortofotografía.
· Tipos de fondo.
En total se han identificado 323 zonas de interés arqueológico, que se han representado como
polígonos. Estos polígonos tienen asignado un valor exclusivo que coincide con el valor asignado a
cada ficha en la base de datos. Tal y como se ha comentado en la sección anterior, no todas las fichas
de la base de datos han sido representadas en la capa del GIS, dado que su ubicación actual no es la
misma que en la que se dio el hallazgo. En cambio, todos los polígonos o zonas definidas en el
GIS, tienen asignada su propia ficha arqueológica.
5.3. Página web.
Se desarrolló una página web con el objeto de dar a conocer el proyecto así como para servir de
intercambio de información entre los participantes. La página web fue estructurada en dos partes,
una de las cuales es de libre acceso y en la que se describen los objetivos, participantes y plan de
trabajo. Esta parte de la página es bilingüe.
Existe otra parte donde el acceso está restringido y a la que sólo se puede acceder mediante un
nombre de usuario y clave de acceso. Esta parte es de acceso privado ya que contiene información
descriptiva y localización exacta de los elementos inventariados. Aquí, los usuarios tienen la
posibilidad de realizar consultas ( 35 ) a la base de datos alfanumérica del inventario. Una vez obtenida la
respuesta, el usuario tiene la posibilidad de abrir la ficha y visualizar la información que contiene.
Además, se puede representar la localización del elemento en la ventana de visualización cartográfica.
Por otra parte, la página web también contiene un visualizador cartográfico tipo GIS que permite
representar la información cartográfica generada a lo largo del proyecto. Las capas disponibles son:
inventario de elementos arqueológicos subacuáticos, sondas batimétricas, línea de costa, batimetría
y ortofotografías a escala 1:5.000, facilitadas por el Dpto. de Medio Ambiente y Ordenación del
Territorio del Gobierno Vasco ( 36 ).
El usuario tiene la posibilidad de gestionar las capas que desea visualizar y realizar consultas a las
capas. Esta última herramienta es especialmente útil a la hora de consultar la información referente
a una zona de interés arqueológico particular.
Tanto la parte de visualización cartográfica como la base de datos, están conectadas de forma
que la consulta a la base de datos puede ser realizada alfanuméricamente o seleccionando un
polígono en el visualizador, siendo, lógicamente en ambas ocasiones, el resultado el mismo.
Además, la página web permite la impresión o generación de mapas en formato pdf a partir de
las consultas o capas que el usuario desee conservar.
( 34 ). La isóbata es una curva que se utiliza para la representación cartográfica de los puntos de igual profundidad en el océano y en el mar,
así como en lagos de grandes dimensiones.
( 35 ). Las consultas pueden ser realizadas de varias formas: introduciendo el nombre o parte del nombre de uno de los elementos o
consultando todos los elementos incluidos en la base de datos.
( 36 ). La parte de visualización cartográfica contiene las siguientes herramientas: aumentar zoom, disminuir zoom, mover la vista, zoom a la
extensión, vista anterior, vista siguiente. Además, se pueden medir distancias y superficies dibujando sobre el propio mapa.
6. TRABAJO DE IDENTIFICACIÓN Y CARACTERIZACIÓN.
En esta etapa del proyecto se realizó un análisis global de toda la información obtenida en las
diferentes fases del proyecto.
6.1. Análisis de datos obtenidos mediante técnicas geofísicas.
6.1.1. Sonda multihaz.
Los datos obtenidos durante las campañas con sonda multihaz se procesaron meticulosamente
mediante la utilización de programas informáticos específicos. Cada uno de los transectos fue
analizado con el objeto de detectar, identificar y localizar cualquier tipo de elemento o resto de embarcación.
En el caso de elementos identificados se tomaron datos descriptivos tales como: localización,
dimensiones de la estructura, profundidad, tipo de fondo sobre el que se hallaba y la descripción del
elemento. Además, también se obtuvieron imágenes de cada uno de los elementos. Toda esta
información fue integrada en la base de datos del inventario.
En total, fueron estudiadas 10.000 Ha repartidas en diferentes zonas del litoral vasco. Se
analizaron los datos adquiridos en estuarios y puertos, así como la zona de la plataforma continental
interna hasta los 50 metros de profundidad (véase la Tabla 1).
Tabla 1: Superficie analizada en las diferentes zonas en las que
se han realizado trabajos con técnicas acústicas.
6.1.2.
Magnetometría.
Los trabajos realizados con esta técnica se centraron en la ría del Oria. La causa principal de ello fue
la aparición de restos de cinco naufragios de embarcaciones en los cuales se encontró carga de
mineral de hierro. El objeto de los trabajos fue detectar alguna anomalía magnética en la zona
adyacente que indicase la posibilidad de la existencia de algún resto nuevo. Los trabajos de
muestreo se centraron en la zona de la desembocadura del estuario (en la zona de la ampliación del
puerto de Orio). Los transectos se realizaron desde la desembocadura hasta prácticamente los
astilleros. Se observaron varias zonas con anomalías magnéticas: una de ellas se encuentra bajo el
puente de la autopista, esta anomalía no se considera de interés para el proyecto ya que pudo ser
debida a las armaduras empleadas en la construcción en hormigón armado de las pilastras del
viaducto de la autopista. La segunda, se encuentra en la zona de la ampliación del puerto; esta
anomalía se debe a la detección de las planchas utilizadas para el relleno (tipo de tablestacas).
Con el objeto de evitar el "ruido" producido por las planchas, se realizaron más transectos, lo
suficientemente alejados para evitar interferencias.
Los resultados no mostraron anomalías significativas, o que pudieran indicar la presencia de
carga de hierro en la zona.
6.2.
Relevancia arqueológica de los puertos y estuarios de la
CAPV.
En este apartado del proyecto se trató de contextualizar en el ámbito histórico y geográfico los
elementos inventariados en la base de datos. Para ello, se partió de la descripción geográfica y
medioambiental de cada zona, así como de su evolución a lo largo de la historia y el desarrollo de la
infraestructura portuaria con mención especial de las obras civiles y dragados. A continuación, se reseñan
brevemente la relevancia arqueológica de las zonas de mayor interés estudiadas, que se justifica, no
sólo por el número de elementos inventariados, sino por la importancia histórica del puerto o
estuario, lo que puede ser un claro indicio de la posibilidad de encontrar elementos significativos en
trabajos futuros.
6.2.1.
El puerto de Hondarribia, estuario del Bidasoa y bahía de
Txingudi.
Esta zona es, tal vez, la de mayor potencial arqueológico de las analizadas hasta el presente. En ella
se producen las primeras extracciones subacuáticas vascas, en concreto en el fondeadero del cabo de
Higer en 1961.
Los materiales hallados entre el castillo de San Telmo y el faro de Higer, poseen una amplia
cronología con materiales de época romana, (terra sigillata, ánforas, bronces, etc.), medieval (anclas,
cerámica, etc.), moderna (armamento, munición, cerámica, anclas, etc.) y contemporánea
( 37 ).
-El pecio con mineral de hierro localizado en la cala Asturiaga, probablemente de época
antigua ( 38 ).
La estructura portuaria de madera con escollera, datada en época romana, que ha sido
excavada en la calle Santiago de Irún, antigua zona de muelles en la ría (
39 ).
Los restos de un posible puente de madera de cronología antigua descubiertos entre las islas del
Bidasoa ( 40 ).
La necrópolis romana y restos medievales de la ermita de Santa Elena que se encuentra junto a
una regata del Bidasoa. En la plaza del Juncal se hallaron abundantes materiales romanos que
pudieran pertenecer a una población instalada en sus cercanías ( 41 ).
Embarcaciones de los siglos XIX y XX, algunas aún visibles en marea baja, así como pequeñas
estructuras portuarias, tanto en madera como en obra de cantería, que permanecen en el cauce y
orillas del Bidasoa, producto de la intensa actividad fluvial a lo largo de la historia.
Debido a que los dragados efectuados se han concentrado principalmente en el canal y en el
puerto, el resto del espacio marítimo-fluvial de la desembocadura del Bidasoa, permanece aún poco
alterado, suponiéndose por ello un gran potencial arqueológico que hay que conservar y proteger.
En lo que se refiere a la prospección realizada con la sonda multihaz, los datos obtenidos no
muestran resultados concluyentes sobre la existencia de elementos de valor arqueológico sobre el
lecho marino, si bien han sido localizados varios restos de embarcaciones modernas.
6.2.2.
Puerto y Bahía de
Pasaia.
La gran actividad marítima desarrollada en la bahía de Pasaia a lo largo de la historia no se manifiesta
en hallazgos arqueológicos debido a la contaminación que ha sufrido en las últimas décadas, los
vertidos industriales y los continuos dragados. Precisamente por esto, la zona arqueológicamente más fértil
es, evidentemente, la que no ha sido dragada y coincide con la bocana y parte exterior de la bahía.
Bajo el faro de la Plata se han concentrado los restos arqueológicos. De esa zona se extrajeron varios
cañones hace unas décadas, otros todavía, deben continuar empotrados entre las lajas del
flysch ( 42 ).
( 37 ). Los múltiples restos recuperados, la mayoría de ellos fragmentados y de muy diversa factura, indican que son productos de desechos
que se lanzaban al mar al romperse o inutilizarse en las embarcaciones que fondeaban en este lugar o producto de las múltiples
conflagraciones bélicas producidas en la zona. Veánse: MARTÍN-BUENO, M., RODRÍGUEZ SALÍS, J.: "The anchorage of El Cabo de Higuer
(Fuenterrabía, Guipúzcoa)", The International Journal of Nautical Archaelogy and Underwater Exploration, 1975, 4, 2, pp. 331-333. MARTÍN-BUENO, M.:
"Hallazgos cerámicos submarinos en Fuenterrabía (Guipúzcoa)", Sautuola II, 1976-1977, pp. 375-382. BENITO DOMÍNGUEZ, A. M.:
"Cerámicas del yacimiento submarino del Cabo de Higuer (Hondarribia)", Munibe, 40, 1988, pp. 123-163; "Sigillata gris tardía del fondeadero del Cabo
de Higuer (Fuenterrabía)", 8è Col.loqui Internacional d'Arqueologia de Puigcerdà, La romanització del Pirineu, Puigcerdà 1988, pp. 119-130; "El
patrimonio arqueológico subacuático de los fondos del Untzi Museoa-Museo Naval: la colección T. Hernandorena", Itsas Memoria. Revista de
Estudios Marítimos del País Vasco, 2003, 4, pp. 501-520; "La arqueología subacuática en el Bajo Bidasoa. El cabo de Higer (Hondarribia)",
UNSAIN, J.M. (ed.): La memoria sumergida. Arqueología y patrimonio subacuático vasco, Untzi Museoa-Museo Naval, Donostia, 2004, pp.
69-89. URTEAGA ARTIGAS, M.M.: "Los bronces romanos de Higer. Hondarribia. Guipúzcoa", Munibe, 1988, pp. 111-122.
( 38 ). Lo que pudo ser una embarcación cargada con mineral de hierro tal vez procedente del coto minero de Peñas de Aia, que
prácticamente ha desaparecido debido a la acción de los arrastreros. MARTÍN-BUENO, M.: "Análisis de mineral en cargamento de pecio romano", Bajo
Aragón, Prehistoria, 3, Zaragoza, 1981.
( 39 ). Consistente en una rampa de calado datada entre el 70 d.C. y el s. III d. C., y algunos restos de posibles almacenes de mercancías
marítimas. En la calle Tadeo Murgia se hallaron otros restos portuarios datados entre los años 70 y 120 d. C. URTEAGA ARTIGAS, M.M.; "El puerto
romano de Oiasso (Irún) y la desembocadura del Bidasoa", Gijón puerto romano. Navegación y comercio en el Cantábrico durante la
Antigüedad, Autoridad Portuaria de Gijón, 2003, pp. 197-202.
( 40 ). Entre las islas de Hiru Kanale y Galera, a la altura del priorato de Santiago (Hendaia) datado entre el s. I y el III d. C. URTEAGA ARTIGAS,
M.M.: "El puerto romano ...", op. cit., p. 195.
( 41 ). Veáse: BARANDIARÁN, I., MARTÍN-BUENO, M., RODRÍGUEZ SALÍS, J.: Santa Elena de Irún. Excavación arqueológica de 1971 y 1972,
Colección Oiasso, 1, Arkeolan, 1999.
( 42 ). El Ingeniero de la Junta del Puerto envió estos cañones a Madrid según información facilitada por el difunto buzo profesional José
Manuel Mancisidor. Hace unos años desde la Sociedad de Ciencias Aranzadi se efectuaron algunas inmersiones en la bocana del puerto con el
objetivo de relocalizar estos cañones, con resultados infructuosos.
En la zona exterior de la bocana permanecen diversos restos que no han sido estudiados. Algunos
son elementos aislados, como anclas, abandonadas al encallarse, pero, en otros casos las piezas
pueden pertenecer a embarcaciones naufragadas cuyos restos se mantengan in situ, indicando futuros
yacimientos.
En la bocana, en 1937, se extrajo una pieza excepcional, una bombarda de
bronce ( 43 ) del s. XVI.
Desgraciadamente, en esa época se realizaron otras extracciones de piezas de artillería, tanto de
bronce como de hierro, que fueron vendidas como chatarra.
En Senokozulua, se produjeron varios naufragios de naves en el siglo XX, en su gran mayoría
recuperadas por buzos profesionales ( 44 ).
Pese a ello, aún permanecen in situ algunos restos.
Los buzos Santiago y Alfredo Aristondo recuperaron bajo el castillo de Santa Isabel, dos cañones
de hierro desprendidos del fuerte.
En las aguas del puerto también se han recuperado varias potalas y pikatxos, algunos huesos de
ballena y cerámicas, en hallazgos dispersos y descontextualizados, de los que se tienen pocos datos.
Dentro de la bahía, aún se pueden reconocer restos de viejas infraestructuras portuarias como el
muelle de Calabursa ( 45 ).
A lo largo de la historia se han producido muchos naufragios en la bahía, entre ellos destaca el de
la nao Santa Ana de Oquendo, que al regresar a puerto tras el desastre de la Gran Armada se
hundió en la bahía ( 46 ).
Los resultados del levantamiento batimétrico del puerto de Pasajes muestran una gran
modificación del lecho debida a los sucesivos dragados. Aún así, han sido localizados varios restos de
embarcaciones algunas de las cuales podrían resultar de interés arqueológico.
6.2.3. Puerto de San Sebastián y bahía de La Concha.
La actividad comercial desarrollada en otros tiempos en la bahía de La Concha dejó múltiples huellas
en su fondo marino. La zona más fértil arqueológicamente hablando ha sido, evidentemente, la del
entorno del puerto, extendiéndose hasta la isla de Santa Clara.
Cerca de la isla se halló un fragmento de ánfora vinaria, probablemente del s. II. d. C. y en la
playa de la Concha un sestercio de Adriano acuñado en el 134-138 d. C ( 47
).
Testimonio arqueológico de un astillero de época medieval se excavó en la alameda del
Boulevard ( 48 ).
En 1945, se localizaron piezas de artillería de una embarcación, de la que quedaba la quilla con
sus varengas y cuadernas forradas de cobre, y cerca de aquélla restos de otra nave
menor ( 49 ).
Actuaciones arqueológicas llevadas a cabo por INSUB constataban la presencia de varios pecios.
Uno de ellos el denominado pecio de Los Relojes, que permanece in situ, datado entre los siglos XVI
al XVIII, localizado en la zona central de la bahía ( 50 ).
Otro yacimiento, era el de Los Flejes, que reflejaba la importancia del tráfico de los productos
manufacturados procedentes de las ferrerías, ya que transportaba un cargamento de flejes muy
concrecionados ( 51 ).
( 43 ). Fabricada en Alemania, se encuentra actualmente expuesta en el Museo de la Mota de
Donostia.
( 44 ). Información facilitada por José Manuel Mancisidor .
( 45 ). REIZABAL ARRUABARRENA, G., GONZÁLEZ-AMEZUA CARRIÓN, P., GONZÁLEZ GONZÁLEZ, A.: Pasajes, un Puerto, una Historia, Junta
del Puerto de Pasajes, 1987, p. 34.
( 46 ). UNSAIN, J.M.: "Literatura, imagen y memoria", UNSAIN, J.M. (ed.): Pasaia. Memoria histórica y prespectivas de futuro, Untzi
Museoa-Museo Naval, Donostia, 1999, pp. 267-269.
( 47 ). ESTEBAN DELGADO, M.: El País Vasco Atlánico en época romana, Universidad de Deusto, San Sebastián, 1990.
( 48 ). A unos 10 m. de profundidad se encontraban varias piezas destinadas al armazón de un navio datadas entre el siglo XIV y el XVI.
AYERBE IRIZAR, M., FERNÁNDEZ ANTUÑANA, C.: "Hallazgo de maderas de barcos de época medieval en el Boulevard de San Sebastián
(Guipúzcoa)", Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del País Vasco, 3, 2000, pp. 649-663.
( 49 ). En total se extrajeron nueve cañones ingleses, unos de bronce y otros de hierro, fechados en 1806, 1810 y 1813 por los buzos
profesionales, Jenaro y Francisco Mancisidor.
BENITO DOMÍNGUEZ, A.M.: "Arqueología y patrimonio subacuático vasco",
UNSAIN, J.M. (ed.): La memoria sumergida. Arqueología y patrimonio subacuático vasco, Untzi
Museoa-Museo Naval, Donostia, 2004, pp. 21-65.
( 50 ). Se trataba de un túmulo con piedra de lastre que cubría parcialmente un fragmento importante de la estructura de madera de un
barco de gran porte. IZAGUIRRE LACOSTE, M., NAYA GARMENDIA, L.M.: "Pecio de "Los Relojes". Bahía de La Concha
(Donostia-San Sebastián)", Arkeoikuska 2000, pp. 429-441.
( 51 ). IZAGUIRRE LACOSTE, M., NAYA GARMENDIA, L.M.: "Bahía de La Concha (Donostia-San Sebastián)", Arkeoikuska 1997, pp. 193-195.
Cerca del muro del Paseo Nuevo, se localizaron cañones de hierro de 2,5 m., posiblemente
procedentes de baterías de costa de las inmediaciones así como proyectiles férricos
( 52 ).
Se inspeccionaron restos del buque carguero Mamelena así como un ancla de hierro tipo
almirantazgo de 1,5 m. y otra de mayor tamaño.
Se descubrieron múltiples objetos de las embarcaciones que fondearon en la bahía: anclas tanto
líticas como férricas, cerámica ( 53 ), botellas, pipas de caolín, etc.
En las mareas vivas afloraban en la playa de Ondarreta una hilera de pilotes de
madera ( 54 ).
Por encima de esta estructura se hallaban los cimientos de la cárcel y el muro de costa, que fueron extraídos en 2005.
6.2.4.
Puerto de Orio y estuario del Oria.
En la desembocadura del Oria se localizó en 1992 restos de una embarcación de madera, con parte
del cargamento que transportaba: Orio I. Era un patache de los siglos XVII o XVIII, que con carga de
mineral de hierro vizcaíno se dirigía a las ferrerías del río Oria (
55 ).
En 1993 se excavó el pecio Orio II, menor que el anterior, también con carga de
mineral ( 56 ).
Posteriormente se excavó el yacimiento Orio III con carga férrica sin restos de embarcación del
siglo XVI, el Orio IV , un patache venaquero del siglo XVI y Orio V que transportaba una carga de
flejes.
En las orillas de la ría permanecen restos y huellas de la tradición comercial y
astillera: embarcaderos, rampas, lonjas portuarias, molinos de marea, ferrerías, así como muretes y lezones de
encauzamiento de la marisma.
Sin duda, el interés arqueológico de la ría de Oria es muy elevado y no sólo en la zona de la
desembocadura, que lógicamente es donde se ha producido el mayor número de naufragios y
puede con ocasión de nuevas obras facilitar otros descubrimientos, sino todo el cauce de la ría y sus
orillas con la posibilidad de hallazgo de embarcaciones fluviales, cargamentos, así como estructuras del
comercio y la construcción naval.
6.2.5.
Puerto y bahía de
Getaria.
La importancia de la bahía de Getaria a lo largo de la historia como fondeadero y puerto refugio
natural ha contribuido a que abunden los restos arqueológicos que permanecen sumergidos.
En el puerto se extrajeron piezas, anclas y cañones por buceadores aficionados y profesionales.
La Sociedad de Ciencias Aranzadi excavaba, en la década del 90, en el sector sur de la bahía, el
pecio de Iturritxiki, la carga de una urca flamenca hundida en el primer tercio del siglo
XVI ( 57 ).
Transportaba lingotes de cobre y productos manufacturados como calderos, manillas, alfileres y
dedales ( 58 ).
Se han recuperado, también, otros objetos propios de la tripulación, como hebillas de cinturón,
piezas de armadura y espadas así como elementos de la nave, como el compás de embarcación, varios
anclotes y el ancla principal.
( 52 ). IZAGUIRRE LACOSTE, M., NAYA GARMENDIA, L.M.: "Bahía de La Concha (Donostia- San Sebastián)", Arkeoikuska 1998, pp. 160-162.
( 53 ). Anforetas y botijuelas productos del comercio con Ultramar así como platos, cuencos, etc. procedentes del norte de Europa.
( 54 ). Piezas hincados en vertical, en bloques de 2, separados entre 1 y 3 m., que trazaban una línea casi recta paralela a la playa.
( 55 ). Este pecio salió a la luz con el dragado de la barra. La sociedad INSUB dirigió las campañas de excavación extrayendo todo el
cargamento, entre 35 y 40 toneladas de mineral de hierro, así como gran parte de la estructura de la embarcación, principalmente de roble.
IZAGIRRE LACOSTE, M.: "Pecios venaqueros de Orio", UNSAIN, J.M. (ed.): La memoria sumergida. Arqueología y patrimonio subacuático vasco,
Untzi Museoa-Museo Naval, Donostia, 2004, pp. 106-119.
( 56 ). La intensidad de la navegación fluvial en época moderna debida al comercio del hierro, tanto del mineral que procedía de Bizkaia y
subía a las ferrerías del Oria como a los productos manufacturados de estas ferrerías con destino a la exportación a otros puertos, ha dejado su
huella en varios pecios hallados en la desembocadura de la ría. Estas embarcaciones, que llevaban cargamento de mineral o bien lingotes y
productos manufacturados, naufragaron en temporales, al atravesar la peligrosa barra.
( 57 ). Descubierto en 1987 por los buceadores Ignacio Etcheverry e Iñaki Gutiérrez.
( 58 ). Probablemente este cargamento venía en una nave afletada por portugueses que, desde un puerto flamenco, posiblemente Amberes,
se dirigía a las costas africanas para ser intercambiado con los nativos por marfil, oro y esclavos y que naufragó en Getaria por causas naturales.
Este destino está atestiguado por la presencia de las argollas, denominadas "manillas" por los portugueses y que eran utilizadas como moneda
en el comercio con los nativos africanos, principalmente del golfo de Guinea. BENITO DOMÍNGUEZ, A. M., IBAÑEZ, M:
"'Premonedas' portuguesas destinadas al comercio del oro en la costa africana en el siglo XVI: estudio de las `manillas' y calderos hallados en un pecio de Getaria
(Guipúzcoa)", XXVII Semana Nacional de Numismática, Barcelona, Marzo, 2004.
En el sureste de la concha de Getaria se reconoció la carga de una embarcación mercante
probablemente del siglo XVIII, que transportaba vergas de hierro forjado.
Cerca del espigón sur se localizó el pecio Malkorbe I una estructura de madera de una
embarcación de considerable tamaño. Junto a ella, se hallaron materiales concrecionados y un fragmento de
pipa de caolín.
El intenso devenir militar de
Getaria, dejó múltiples restos en la bahía y puerto: cañones de hierro
y bronce, abundante munición, anclas, anclotes y rezones ( 59 ).
Pertenecientes al gran número de embarcaciones que se refugiaron en el puerto y bahía, se han
reconocido y en su mayoría extraído, anclas de hierro de los siglos XVI al XX, algunas expuestas
actualmente en los muelles de la villa, así como abundantes anclas líticas. Estas últimas se han
hallado también en el norte de la isla de San Antón.
Ha sido frecuente el hallazgo de muy diversos objetos que indican la variedad e intensidad del
tráfico marítimo por la concha de Getaria, como cerámicas modernas: anforetas y botijuelas.
Se han recuperado múltiples huesos de ballena, básicamente localizados en un área limitada, que
pudo ser la elegida como vertedero de los restos de cetáceos no aprovechados.
No cabe duda, por todo lo expuesto, que el área costera de Getaria, principalmente su puerto y
bahía, pero también la costa que bordea el ratón así como la de la playa Gaztetape, son zonas de
gran interés arqueológico. Futuras actuaciones subacuáticas, tanto programadas como trabajos
portuarios, podrían a sacar a flote elementos de alto interés.
6.2.6.
El puerto de
Mutriku.
A continuación, se describen los elementos de interés arqueológico más relevantes:
En la zona costera de Galdona, en la rasa rasa mareal, Jesús Mari Narváez recuperó abundantes
fósiles, algunos de excepcional tamaño ( 60 ).
En la playa Burumendi y en la rasa mareal limítrofe, Narvaez localizó, balas de cañón de hierro de
diversos calibres ( 61 ).
En los muelles de la dársena pesquera, en concreto en el 2º dique norte y en el dique sur, se hallan
empotrados varios cañones de hierro con la función de amarraderos o
norays.
En el antepuerto INSUB recuperó una cerámica así como un ancla lítica.
6.2.7.
Estuario del Oka y
Mundaka.
La ría de Gernika ha sido lugar de tránsito a través de los siglos y esto se constata con los numerosos
restos arqueológicos que en ella se encuentran, así como por la existencia de astilleros y puertos fluviales.
En Urdaibai existen varios yacimientos romanos, entre ellos el de Portuondo en el municipio de
Mundaka y el de Forua ( 62 ).
Se localizaron restos de lo que podría ser el viejo puerto de Gernika, que aparecieron en una
extensión de 60 m2 aproximadamente. Existen referencias orales de que en obras de la plaza o calle
( 59 ). La gran mayoría de estos restos pudieron pertenecer a alguno de los galeones de la flota de Lope de Hoces, que fue hundida por la
armada francesa en 1638 así como, a las labores que, inmediatamente después, se efectuaron para la recuperación del material. BENITO
DOMÍNGUEZ, A.M.: "La bahía de Getaria y la urca de Iturritxiki", UNSAIN, J.M. (ed.): La memoria sumergida. Arqueología y patrimonio
subacuático vasco, Untzi Museoa-Museo Naval, Donostia, 2004, pp. 121-141.
( 60 ). El Centro de Interpretación Nautilus en Mutriku expone esta colección. Datados en la Era Secundaria, algunos de estos amonites
dibujan formas muy poco frecuentes y otros alcanzan tamaños espectaculares.
( 61 ). La Sociedad de Ciencias Aranzadi efectuó una prospección subcuática no detectándose material arqueológico alguno. En la
prospección magnética de la playa de Burumendi, se localizaron diversos materiales férricos contemporáneos, pero ningún material anterior. Las balas
de cañón recuperadas hasta la fecha pudieran pertenecer a una batería de costa instalada en el cerro de Burumendi, para defensa del puerto y
la villa en época moderna, probablemente entre los siglos XVIII ó XIX. Esta batería, debió desmoronarse junto con la ladera, provocando que la
munición rodase por la playa hasta llegar a la rasa mareal.
( 62 ). El estuario fue una zona transitada durante época romana, representada por el asentamiento de Forua, con zona portuaria para el
transporte de materiales. El asentamiento de Portuondo también contaba con zona portuaria. Se piensa que, entre Forua y
Portuondo, había interconexión y que, las embarcaciones llegaban hasta Bermeo y Lekeitio. En Forua se explotaba el hierro atestiguado por los hallazgos del
asentamiento.
San Juan apareció un barco. En las inmediaciones del puerto viejo o portu zaharra de Gernika hay
constancia de que existió un astillero.
El hallazgo más significativo de la zona, tal vez puede ser, lo que se ha denominado pecio de
Urbieta, restos de una embarcación menor construida a tingladillo datada en el siglo
XV ( 63 ).
En Errazu existe una estructura portuaria fluvial de madera y piedra. Hay dos molinos de marea
todavía en funcionamiento: el de Ozollo Errota en el municipio de Gautegiz/Arteaga y el de Mari
Errota en el municipio de Busturia. El de Arraburu Errota en Gautegiz/Arteaga mantiene los muros de
la fachada y la infraestructura hidráulica.
Durante los últimos años, vienen realizándose pequeños dragados, para facilitar el amarre de
embarcaciones de recreo. Desde el punto de vista arqueológico estos dragados no parece que
supongan ningún perjuicio, ya que son de pequeña escala y en la entrada del actual puerto. Los
dragados de mayor envergadura en la ría están ligados a la actividad del Astillero de Murueta. Éstos
suelen realizarse a lo largo del canal principal, con el fin de posibilitar la salida de embarcaciones de
nueva construcción de gran porte. Toda la zona dragada se encuentra lejos de las excavaciones del
asentamiento romano de Forua y del punto donde se encontró el pecio de Urbieta.
( 63 ). RIETH, E., IZAGUIRRE, M.: "El pecio medieval de Urbieta (Gernika)", UNSAIN, J.M. (ed.): La memoria sumergida. Arqueología y
patrimonio subacuático vasco, Untzi Museoa-Museo Naval, Donostia, 2004, pp. 142-106.
6.2.8.
Bilbao y estuario del
Nervión.
Desde la entrada del Abra hasta Bilbao pero, sobre todo en la zona de la barra, existen registros de
hundimientos datados hacia mediados del siglo XIX e incluso alguno anterior, del siglo XVIII.
Algunas embarcaciones han aparecido en la prospección geofísica llevada a cabo por
AZTI-Tecnalia en el 2005 con la sonda multihaz, en zonas del Abra y de la ría, principalmente hacia
Getxo.
Hay conocimiento de un ancla de hierro del siglo XVI encontrada en Bilbao y otra de estilo
almirantazgo que fue hallada en el solar nº 7 de la calle Zamácola.
De época romana se encontraron unas monedas durante dragados en la barra de arena de
Portugalete, que datan del siglo I d.C.
Es evidente que el puerto de Bilbao junto al de Portugalete, Getxo y otras poblaciones en la
margen de la ría han sido de gran significación histórica. El desarrollo de todas estas zonas a lo largo de
los numerosos ríos que desembocan en el Nervión, y el mismo Nervión, obligó a realizar continuos
dragados y modificaciones, tanto en el Abra como en el interior de la ría. A pesar de ello, las
prospecciones arqueológicas que se han llevado a cabo muestran que todavía es posible encontrar
restos de embarcaciones en estos lugares. También puede ocurrir que algunas embarcaciones se
encuentren todavía enterradas, ya que el nivel de las arenas era inferior al actual, porque fue
colmatándose a través de los siglos, hasta tal punto que se pensó que no podría ser posible la entrada
al puerto de Bilbao.
Está claro que fueron muchas las embarcaciones que navegaron por estas aguas de las cuales
algunas de ellas, quedarían en el fondo marino o fluvial. Es muy probable que puedan ser
encontradas en un futuro, debido a algún dragado o construcción, tanto en la zona fluvial como marítima.
6.2.9
Otros estuarios y puertos.
El puerto de Zumaia y el estuario del Urola poseen un gran potencial arqueológico, tanto del canal
como de los cauces del Urola y de su afluente el Narrondo. A través de estas vías fluviales ha
circulado un intenso tráfico mercantil a lo largo de la historia como lo demuestra la pervivencia de la
rentería y el puerto de Bedua, así como el astillero de Bedua. No se ha llevado a cabo ninguna actuación
arqueológica programada en este espacio, pero a buen seguro que resultarán fructíferas cuando en
un futuro se efectúen controles arqueológicos en su cauce, con ocasión de obras o proyectos
arqueológicos. En esas circunstancias será muy factible localizar indicios de astilleros como el de playa
Amaya (en el casco urbano), constatar la existencia de embarcaciones hundidas, o restos de ellas, o
de su carga, así como viejas estructuras portuarias: muelles, embarcaderos, etc.
Actualmente no existe ningún dato contundente facilitado por la arqueología que refleje la
importancia del tráfico fluvial por el río y puerto de Deba, si bien es verdad, que no se ha llevado a
cabo ninguna actuación arqueológica subacuática. Pese a todo, Deba representa un gran potencial
arqueológico tanto en el cauce y orillas del río como la desembocadura, así como la costa
cercana ( 64 ).
Hay que tener en cuenta que apenas se han hecho obras de infraestructura en el puerto actual,
tampoco dragados significativos, lo que puede indicar que permanezcan restos, tanto de embarcaciones
como de su carga, en muy buenas condiciones de conservación. Se conocen naufragios de
importancia en la zona, como el que se produjo en el siglo XVI frente a la costa de Itziar, que no ha sido
prospectado.
En Lekeitio ( 65 ), en la zona del palacio de Zubieta, existía un embarcadero junto a un área de
marismas donde se abandonaban los barcos, aún hoy se encuentran presentes diversas embarcaciones de
época contemporánea. Hay presencia de varios astilleros y molinos de marea en la ría
( 66 ).
La ría, que ha sido navegable, posee gran interés arqueológico y aunque ya ha sido dragada, quedan zonas
cubiertas por arena en las que se pueden haber conservado restos de embarcaciones.
Históricamente el puerto de Bermeo
( 67 ) y el cauce del Artigas, tuvieron gran importancia durante siglos y la posibilidad de encontrar restos arqueológicos en ellos es grande. En la colina de
Larragoiti, en lo que es la línea del puerto, se ha constatado la presencia de un asentamiento
romano ( 68 ).
En el cauce del río Artigas, se han hallado múltiples restos de la navegación que discurrió por él
( 69 ).
En el río Butroe en Plentzia se recuperaron tres monedas romanas. En el museo de Plentzia se
aprecian varios elementos extraídos en el cauce: obuses, cañones y un ancla. En el estuario, se
mantienen tres molinos, un astillero y un viejo puerto. Esta información es por el momento, escasa, sin
embargo históricamente ha sido un puerto con mucha actividad marítimo-pesquera y de cabotaje.
Ésta se ha llevado a cabo en la ría, la cual se ha dragado en parte, pese a ello es posible que bajo las
arenas se encuentren restos arqueológicos considerando la relevancia histórica de la zona.
Hay que mencionar playas y puertos como el de Zarautz, Ondárroa, o
Muskiz ( 70 ) que han tenido una importante actividad marítima, pero que no han sido prospectados arqueológicamente como
para tener una idea global de su potencial.
( 64 ). En las orillas de uno y otro lado del Deba (tanto del municipio de Mutriku como de la del de Deba) permanecen restos de viejos
embarcaderos, tanto de madera como de piedra, que no han sido inventariados ni revisados.
( 65 ). Durante siglos fue uno de los puertos más importantes de Bizkaia, después de Bermeo, en el siglo XIX fue reemplazado en importancia
por el de Ondarroa. Hay presencia humana desde la prehistoria hasta época romana.
( 66 ). Uno de los astilleros está en funcionamiento hoy en día. El molino de Marierrota data del 1522, del conjunto del molino sólo quedan
los muros del cárcavo y la antepara con el muro de ría construido en sillería.
( 67 ). Los primeros datos históricos de Bermeo datan del siglo XIII, pero su mayor auge fue en el siglo XIV. Vivió principalmente de la pesca, con
un desarrollo comercial no constante. De todos modos, Bermeo fue hasta el siglo XIX, uno de los puertos más importantes del litoral de
Bizkaia.
( 68 ). Además se han encontrado diversas monedas romanas, en paradero desconocido.
( 69 ). Reflejo del movimiento comercial con los astilleros que se encontraban en él y con las escabecherías, también situadas a lo largo del río.
( 70 ). Los ríos y canales fueron utilizados para el transporte de mineral. Éste se exportaba a zonas cercanas y al extranjero. Pobeña era
también muy utilizado durante siglos por su buena ubicación, ya que era un refugio natural al estar protegido por la isla de San Pantaleón. Su
acceso era peligroso, especialmente, la barra y el poco calado dificultaban la entrada. El potencial arqueológico es importante y sería necesario
llevar a cabo trabajos de prospección más exhaustivos.
7. RESULTADOS Y DISCUSIÓN-
El número de elementos de interés arqueológico identificados y descritos mediante las fichas,
muestran un volumen muy importante de elementos arqueológicos vinculados al medio marino. Se han
completado un total de 396 fichas arqueológicas; de ellas 326 han podido ser localizadas y
delimitadas en una capa del Sistema de Información Geográfica (GIS). Las fichas de la base de datos que no
tienen una correspondencia con la capa del GIS es debido a que los elementos descritos en la ficha
no se encuentran en su emplazamiento original, ya sea porque estén en exposiciones, en museos o
porque pertenecen a colecciones privadas. De las 326 fichas localizadas en el GIS, 231 se hallan en el
Territorio Histórico de Gipuzkoa (71,5% del número total de fichas). Esto no es indicativo del valor
arqueológico de cada territorio histórico, sino que refleja un mayor conocimiento del patrimonio
arqueológico marino de este territorio.
La mayor parte de los elementos arqueológicos inventariados están localizados en puertos o
estuarios.
A continuación, se detalla el número de elementos por cada estuario o puerto:
· Estuario del Bidasoa y bahía de Txingudi: 57
· Estuario y bahía de Pasaia: 25
· Estuario del Urumea: 7
· Bahía de La Concha: 24
· Estuario del Oria: 28
· Bahía de Getaria: 25
· Estuario del Urola (Zumaia): 26
· Estuario del Deba: 6
· Mutriku: 9
· Ondarroa y estuario del Artibai: 4
· Lekeitio y estuario del Lea: 32
· Mundaka e isla de Ízaro: 27
· Bermeo: 2
· Playa de Bakio: 1
· Estuario de Butroe (Plentzia): 6
· Estuario del Nervión y abra de Bilbao: 12.
En cuanto a la tipología específica de los elementos inventariados:
· Embarcaciones: 202
· Anclas: 24
· Estructuras portuarias: 17
· Armamento y Cañones: 15
· Cerámicas: 10.
Respecto a la cronología, la mayor parte de las fichas corresponden a la época contemporánea (169)
y época moderna (140). Han sido realizadas también fichas de elementos pertenecientes a la época
romana (21) y medieval (3). Comentar, finalmente 2 fichas pertenecientes al neolítico. El resto de las
fichas pertenecen a la edad de hierro (1), alta edad media (1) o de época indeterminada ha día de hoy.
A la vista de los resultados obtenidos en las anteriores fases del proyecto, se ha realizado una tabla
que sintetiza la valoración del interés arqueológico de cada uno de los puertos de la CAPV (ver Tabla 2).
Tabla 2: Valoración del interés arqueológico de cada uno de los puertos de la CAPV.
7.1. Aplicabilidad de las técnicas geofísicas.
El análisis de los datos obtenidos mediante las técnicas geofísicas en el proyecto ha permitido revelar
la existencia de un gran número y diversidad de restos sobre el lecho marino de los puertos y
estuarios de la CAPV. En buena parte, gracias a la alta resolución de los equipos empleados. Aún así,
debido a las limitaciones de las propias técnicas de muestreo empleadas, debe considerarse que todos los
materiales localizados y caracterizados en el proyecto son superficiales o están semienterrados en el
sedimento.
En ocasiones, las diversas fuentes documentales u orales aportan información acerca de
hundimientos en zonas concretas pero, al realizar los trabajos con sonda multihaz no se ha conseguido
localizar los restos de pecio alguno. Debe tenerse en cuenta que si los hundimientos han tenido lugar
en zonas someras, la propia acción del oleaje ha podido destrozar las estructuras y dispersarlas
alrededor de una zona, y por tanto, la posibilidad de detectar elementos individuales y poder
identificarlos se convierte en una labor difícil.
Además de esto, en las zonas costeras el propio oleaje puede
desplazar los elementos y dejarlos encajados entre las rocas, con lo que se dificulta también la
oportunidad de detectar cualquier objeto.
Con el objeto de evitar este tipo de contraposiciones, se recomienda la utilización de varias
técnicas geofísicas al mismo tiempo. Entre las técnicas más efectivas para la prospección arqueológica
subacuática se encuentran las utilizadas en este proyecto: sónar de barrido lateral,
magnetometría, sonda multihaz y el perfilador de sedimentos. Las primeras tres técnicas han sido empleadas en este
proyecto en mayor o menor medida, pero debe de considerarse la gran aplicabilidad que tendría la
utilización del perfilador. En trabajos arqueológicos se recomiendan equipos de 1,5 kHz a 4,5 kHz.
Los equipos de estas características tienen una penetración aproximada de 15 m y permiten obtener
datos de alta resolución. Este tipo de técnica toma los datos a lo largo del perfil justo debajo del
transductor. Por esta causa, el número de perfiles a realizar para poder detectar un elemento es muy
grande y el esfuerzo de muestreo es también elevado.
Es por ello, que la zona del indicio debe estar
bien definida en un área de búsqueda lo más pequeña posible. El problema de este equipo es que no
permite obtener información 3D del objeto sumergido.
Con todo ello, se recomienda la continuación de trabajos geofísicos, a fin de poder seguir
caracterizando una zona más extensa de la plataforma, y poder estudiar todos los puertos de la
CAPV.
Además de esto, sería interesante, poder enfocar el esfuerzo en zonas concretas en las que las
fuentes documentales indiquen la existencia de restos arqueológicos de gran valor.
Asimismo, incluso en zonas en las que los trabajos geofísicos ya hayan sido realizados, se
recomienda la realización de seguimientos de obras civiles y de dragado a fin de poder identificar restos
que puedan emerger por la movilización del fondo marino.
7.2.
El patrimonio histórico y la gestión de los dragados de los puertos.
Los puertos de Euskadi se sitúan principalmente en rías, bahías y ensenadas próximas a
desembocaduras, sufriendo en muchos casos la incidencia de una adversa dinámica
litoral ( 71 ).
( 71 ). CASTRO, R,; M.J. BELZUNCE; O. SOLAUN; J. MADER; Á. BORJA; GYSSELS P.; FONTÁN A.; P. LIRIA; I. MUXIKA; I. GALPARSORO; A.
CABALLERO; J. FRANCO; M. GONZÁLEZ; V. VALENCIA; A. URIARTE: Estudio integral para la gestión de los materiales dragados en los puertos
de Comunidad Autónoma de Euskadi, para el Dpto. de Transportes y Obras Públicas, Dirección de Puertos y Auntos Marítimos, 2004.
Cuanto mayor es el abrigo de una zona portuaria, más importante es la deposición y acumulación de material, siendo
escasos los puertos que escapan a la tendencia de crecientes necesidades de dragado, como
consecuencia del desarrollo de nuevas infraestructuras, que permiten la navegabilidad de embarcaciones
de mayor porte.
Los impactos que sufren los recursos culturales sumergidos por razón de los dragados pueden ser
clasificados como directos o indirectos. Los directos están asociados con el daño causado por el
equipo de dragado mismo. Normalmente, los impactos más destructivos son los producidos por el
equipo extractivo, como son los gánguiles, chuponas, etc.
Además, debe considerarse también el amarre
y la maniobra de la draga. Los impactos indirectos, por el contrario, están relacionados con la
exposición o enterramiento de los recursos culturales sumergidos. El enterramiento por sedimentación
sobre el recurso puede tener tanto, impactos positivos, como negativos. El enterramiento facilita la
preservación por el aislamiento del lugar de las dinámicas medioambientales y de la erosión. El
impacto adverso más obvio puede estar relacionado con la dificultad de acceso que supone para la
investigación arqueológica.
En términos de dragado, deben determinarse los parámetros operacionales con una particular
atención al tipo de draga y la precisión a la hora de determinar la posición de la draga.
Una de las medidas que puede adoptarse para prevenir el daño a los pecios o a otros sitios de
relevancia arqueológica es el delimitar un área alrededor del objeto, dentro del cual no se realicen
dragados o fondeos. Estas áreas pueden ser definidas como zonas de amortiguación.
En Australia ( 72 ) y en el Reino Unido, se utiliza normalmente una zona de amortiguación de 450 m
mientras que en Estados Unidos la anchura del búfer varía desde los 30 m a los 360 m.
Evidentemente, estas áreas no siempre pueden ser definidas con estas dimensiones en nuestro territorio,
principalmente en puertos y en estuarios debido a su reducido tamaño. Es por ello, por lo que es tan
importante delimitar, con gran precisión, la localización del resto o elemento para que el búfer sea
del tamaño adecuado y no interfiera en las obras de dragado.
( 72 ). NUTLEY; D.: "Maritime Heritage Program, parramatta, NSW, Australia", 2003.
8. CONCLUSIONES.
Se han identificado, descrito y localizado un total de 326 elementos de interés arqueológico. Los
ambientes cubiertos en el estudio han comprendido tanto el medio subacuático como el
intermareal, así como la zona estuárica hasta el límite de marea.
Se ha diseñado una base de datos que permite la inserción de fichas de elementos arqueológicos
marinos.
Además, se han realizado con éxito varios trabajos de prospección geofísica en las principales
zonas consideradas de valor arqueológico.
El inventario es un documento abierto y por lo tanto, susceptible a mejoras en la información ya
disponible y a la introducción de nuevos elementos.
Se ha constatado la necesidad de proseguir el estudio y caracterización de zonas concretas, para
ello deberán realizarse nuevas campañas geofísicas intensificando el esfuerzo de muestreo en zonas
específicas. Además, cabe la posibilidad de utilizar nuevas técnicas que permitieran la prospección de
los primeros metros del sedimento, lo que sería excelente para la localización de restos que se
encuentran cubiertos por éste.
Asimismo, se considera necesario realizar nuevas inmersiones submarinas, ya que se tiene
constancia de varios indicios que requerirían observaciones de visu.
Por último apuntar que es crítico controlar las labores de dragado, especialmente aquéllas que
se realizan para primeros asentamientos o zonas no dragadas hasta ahora.
9. BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS.
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