Un siglo más tarde
en 1.234 se
construyó la
torre dedicada a San Miguel Arcángel, y su emplazamiento, sobre una altura de
702 metros, sobre el nivel del mar, dominando la llanura, y que
posiblemente se utilizaba para comunicar por señales luminosas con
otras dos torres cercanas, como sistema de mensajería.
Desde 1.254 hasta bien entrado el siglo
XVI, desaparece toda información sobre este pueblo. De
aquella época oscura sólo parecen haber sobrevivido las hileras de
tumbas que rodean la aldea. Fueron colocadas junto a los precipicios
que flanquean la zona, con formas anatómicas cavadas en la roca como pétreos
sepulcros que son, de un tamaño muy reducido, lo que indica que los
enterramientos en estas piedras fueron de personas muy jóvenes.
En 1.557 Ochate era un
despoblado, estaba vacío por primera vez en su historia.
Y así lo estuvo hasta
1.750.
En
aquel año, el censo da referencia de seis habitantes en el lugar.
En el siglo
XIX, Ochate llega a ser el lugar más poblado de toda la comarca.
Es precisamente en este periodo cuando empieza a desarrollarse el
infortunio de la zona, y en sólo una década,
diversas epidemias arrasarán toda la población.
En 1.860 se
extiende la viruela, de la que apenas sobreviven una decena de indivíduos.
Cuatro años más tarde, el tifus se propagará con furia devastadora,
volviendo a dejar sin vida el lugar.
Tras esta plaga, Ochate volvió
a repoblarse rápidamente, pero el triángulo mortal se completaría
fatalmente cuando, en 1.870, una epidemia de cólera fulminante sepultó
para siempre a las personas que intentaban en vano reconstruir la alquería.
El pueblo quedó
absolutamente deshabitado.
Los habitantes de las localidades cercanas, ajenos a la plaga,
se convirtieron en simples testigos de la rápida aniquilación de Ochate, viendo aquel paraje rebosante de ruinas y cadáveres,
creyeron a pies juntillas en la sobrenatural condena que parecía haber
llegado hasta aquel recóndito lugar.
En cuanto a las
epidemias y todas las mentiras que se dicen sobre ellas, todo falso, epidemias no han existido nunca,
por no estar constatadas en
ningún documento de la época.
De hecho en Ochate sigue habiendo bautismos,
bodas, defunciones, hasta el año 1.918
en que si la epidemia de "gripe española" asola la localidad
y los supervivientes se trasladan a pueblos cercanos como Imíruri o
Uzkiano.
La PARROQUIA DE
UZQUIANO, (pueblo
vecino a 2 Km), recibió la portada que originalmente era de la ruinosa Ermita de Burgondo de Ochate.
En 1964 se colocó en la
iglesia del cercano pueblo de Uzkiano, desmontada y montada sillar a
sillar.
Está formada por un arco
apuntado y baquetonado rodeado de cuatro arquivoltas con la siguiente
decoración, partiendo de la inferior: hojas de acanto, baquetón,
florones de ocho pétalos de botón central y finos boceles entre
mediascañas.
Rodea el conjunto una
moldura sobre ménsulas similar a la última arquivolta.
Las arquivoltas
descansan sobre capiteles historiados y con decoración vegetal de talla
ya cercana al gótico. Los del lado norte son, partiendo del exterior:
la matanza del cerdo, ave descabezada que devora un conejo, tema vegetal
y dos arpías coronadas. En los del lado sur podemos ver una cabeza
masculina, hojas de acanto, rapaz cazando un pequeño mamífero y otro
tema vegetal. En el capitel de la jamba del lado norte se puede ver a un
ávaro con una rueda de molino colgada del cuello escoltado por dos
diablos. En el del lado sur aparece un ángel. Los fustes de todas las
columnas son lisos.
Fechada: Primer
tercio s.XIII, aunque podría ser de finales del s.XII como el Santuario
de Estíbaliz, y quizás los mismos constructores y canteros.
A lo lejos, Torre de San Miguel de
Ochate.
Vista más cercana de la torre de San Miguel.
Valle que rodea el pueblo, con la torre de San Miguel al fondo.
Casa ya desaparecida.
La misma casa ya desaparecida desde otro ángulo.
Restos de la pared de otra casa.
La misma pared pero desde el exterior.
Costado izquierdo de la torre de San Miguel.
Parte trasera de la torre.
Entrada a la torre.
Interior de la torre de San Miguel.
Interior de la torre,
vista hacia arriba.
La puerta de la torre desde el interior.
Riachuelo que nace en Ochate, y atraviesa Aguillo.
Restos de antiguo
camino.
Camino obstaculizado y a la izquierda restos de una casa.
Muralla.