Vitoria-Gasteiz Arqueológica.


 

Traemos aquí este estupendo trabajo del cronista alavés, y ponemos en su totalidad, ya que es prácticamente imposible de conseguir dada su antigüedad y los pocos ejemplares que hoy existen, están en estado penoso.

Con el fin de potenciar la cultura y rescatar del olvido este magnífico trabajo, nos hemos tomado la molestia de transcribirlo palabra por palabra adecuando el escrito a los tiempos de hoy intentando variar mínimamente lo escrito por tan excelente cronista escritor, que desde aquí recordamos agradeciendo tal trabajo. 

Hubo dos ediciones, la primera data del año 1900, y una segunda edición de 1904.

Hemos saltado el inicio, que son agradecimientos y dos palabras al lector,  para entrar directamente en materia.

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LA BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DE ESTÍBALIZ.

Por el cronista de Álava D. Manuel Díaz de Arcaya.

Año de impresión 1900.

Adaptación: J.A.M.

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Situación de Estíbaliz:

A unos ocho kilómetros de la ciudad de Vitoria-Gasteiz y casi en el centro de la llanada de Álava se yergue en empinado promontorio un esbelto y verde cerro, coronado en su cima por un vetusto Santuario, que  cual regia matrona, domina con soberana mirada la dilatada planicie que se tiende a sus pies por sus lados. Es la Basílica de Estíbaliz.

La posición de Estíbaliz no puede ser más risueña y agradable. Rodeado por extenso llano que cierran allá a lo lejos por todas partes las altivas sierras de Elguea, Urbasa, Vitoria-Gasteiz y Badaya aparece su frondosa campiña salpicada de bosquecillos, entre los que se destacan  las esbeltas torres de cien pueblecitos que lamen las graciosas revueltas de inquietos riachuelos, que van a pagar tributo a los ondulantes giros del Zadorra, que asomando por las estribaciones de Urbasa, recorre majestuoso la planicie para ocultarse al pie del castillo de la Puebla. Y cual si desde las crestas lejanas quisieran contemplar al  histórico y vetusto Santuario, se alzan inmóviles  en la cima de aquellas los ruinosos castillos de la Puebla, Zaldiaran y Guevara, la ermita de San Vicente, y los restos del Monasterio de Santa Catalina de Dadaya:  y es cauce del Alegría, besando el pié del cerro del Santuario, lo retrata en sus aguas y lo arrulla con sus rumores, y las vocingleras campanas de cien torres y las aves del bosque lo saludan, cuando el sol se alza esplendoroso sobre la ondulante cima de Urbasa.

Tal es la deliciosa posición del legendario templo que destaca sobre el cerro de su nombre: templo al cual ni un sólo día dejan de dirigir sus suplicantes miradas los labriegos de la comarca con la sonrisa en los labios y   la esperanza en el alma.

 

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FUNDACIÓN E HISTORIA DE ESTÍBALIZ

El nombre de Estíbaliz es pronunciadamente euskaro y compuesto por las dos raíces vascongadas: Eztia que significa miel y Baliz que quiere decir si fuera. Como desde que conocemos este nombre, le hemos visto siempre unido a la imagen de la Virgen venerada en el Santuario de este cerro, indudablemente que tal nombre debe de hacer referencia a la dulzura y amor con que siempre nos llama la Madre del Dios de Nazareth; una vez que no tenemos dato alguno, no ya seguro sino que ni aun probable, para afirmar que, antes de la fundación del Santuario, llevase el nombre de Estíbaliz, el cerro donde está emplazado el templo actual. Debió pues tomar tal nombre a la construcción del templo primitivo.

La fundación de Estíbaliz se pierde en la oscuridad de los tiempos. Ni por lo que hace a su fundador, ni por lo que toca a la época de su fundación, hay documento alguno que lo acredite. Así es que desconocemos por completo si el que erigió este templo fue algún Príncipe o Magnate, (que es lo más probable), o alguna Corporación: como desconocemos así mismo, el año preciso en que fue levantado.

A pesar de esto, la inspección arqueológica del templo, permite asegurar con sólidos fundamentos que la fábrica que actualmente conserva la Basílica de Nuestra Señora de Estíbaliz, delata que sea una obra del siglo XII ; teniendo muy presente que, como veremos más adelante, se conservan en ella restos de construcción anterior: restos hay, los que la acreditada autoridad del señor Amador de los Ríos ha señalado como origen el siglo X.

Remontemos, pues, con tan distinguido arqueólogo la primitiva edificación al décimo siglo de nuestra era, y veamos cuales son los documentos más antiguos y fehacientes, que nos dan noticias claras, referentes a este histórico Santuario.

Hállase a la cabeza de tales documentos, una escritura fechada en 12 de Abril de 1074, por la cual el Señor Álbaro González de Guhinea hizo donación y confirmó al Monasterio de San Millán de la Cogulla y a su Abad Blasio de diferentes posesiones de la Hermandad de Valdegovía; y entre ellas dice que dona para siempre jamás en el Monasterio de Santa María de Estíbaliz, el altar de la derecha para que sirviese para San Millán. (Archivo de San Millán - Becerro gótico, folio 49, y Becerro Galicano, folio 176).

De este documento se deduce legítimamente que, aun cuando la construcción del Santuario no fuese sino muy poco anterior a esta donación, el templo de Estíbaliz existía ya en el siglo XI. Dedúcese además de esta escritura que, una vez que en ella se emplea la palabra Monasterio, el hoy derruido y que antiguamente formaba parte de este Santuario, debió en aquella época estar ocupado por los monjes de San Benito, (1) únicos, excepción hecha de los Canónigos regulares de San Agustín, que formaban por entonces comunidad en España.

Corrobora la existencia de Estíbaliz, en tal tiempo, otra escritura fechada 32 años después, es decir, el año 1106.(2) En ella consta la compra hecha por Munio, ministro de San Miguel de Álava, de unos solares en Berrosteguieta, y en esta escritura suscribe como Conde de Álava el Señor Lope González dominando en Estíbaliz. Éste Lope González debió ser sin duda alguna, hijo del citado Álbaro González.

Como se vé palpablemente este documento, no solo prueba la existencia ya demostrada de Estíbaliz en aquel tiempo, sino que también acredita que el Santuario estaba bajo la protección de un Conde o Magnate, que debía ser su propietario una vez que dominaba en él: como inclina irresistiblemente a deducir que el fundador fué un Magnate y no una corporación; pues en este último caso no lo hubiera heredado un particular.

Sigue a esta escritura en orden cronológico otro documento fechado poco más tarde, en 1138 en cuyo documento Dª María López, hija del anterior Conde D. Lope González y Dª. Toda López y sobrina de D. Diego de Haro, Señor de Vizcaya, vecina de Angunciana y poseedora de Estíbaliz, hace donación al Monasterio de Santa María la Real de Nájera, (en el cual dice que estaba enterrada su madre Dª Toda,) del templo de Santa María de Estíbaliz.

En esta escritura, (3) después de decir que donaba al mismo Monasterio de Nájera otras varias pertenencias; en la parte que habla de la donación de Estibaliz, dice así: "Dono pues a Dios y a Santa María y a los mencionados señores (los monjes de Nájera) Santa María de Estibaliz, un solar en Garaona (pueblo de Álava), con todo su pertenecido, otro en Azuendonia (Argandoña) con todo su pertenecido, otro en Mathauco (Matauco) con todo lo que le corresponde, y otro en Betriguez (Betriquis) con toda su pertenencia, Y., Y.".

Y más adelante añade:
"De la misma manera hago donación a Dios, a Santa María de Nájera y San Pedro de Clunia de aquella Villaffranca de Estibaliz, cuanto yo tengo dentro en la Villa y fuera de ella, con todas las entradas y salidas, y con aquel fuero el cual mis padres la poblaron y me vino a mi, por el derecho hereditario, Y".

Conviene hacer notar, que en esta escritura, además de la donación del Santuario de Estibaliz a los monjes de Nájera, consta un hecho importantísimo, y es que en Estibaliz había en aquel tiempo una villa llamada Villafranca de Estíbaliz, hecho, sobre el cual, hemos de volver a ocuparnos más adelante.

Tres siglos aproximadamente permaneció el Monasterio de Estíbaliz en posesión de Santa María la Real de Nájera hasta que el 5 de Julio de 1431 los monjes de Nájera lo vendieron a Fernán Pérez de Ayala, Señor de Ayala e hijo del famoso Canciller de Enrique III D. Pedro López de Ayala.

La parte más sustancial de la escritura de esta venta (4) dice: que en la citada fecha comparecieron en Estibaliz ante el Escribano Martín Gutiérrez; de una parte D. Pedro García Procurador del Monasterio de Nájera; y de parte de D. Fernán Pérez de Ayala, el Bachiller Miguel García y el mayordomo de la casa de Ayala Sancho Ortiz; y que el procurador de Nájera, después de reconocer que D. Fernán Pérez había dado a los monjes de Nájera para las reparaciones de los edificios de su Monasterio, 2.000 maravedis de Juro de heredad y más de 1.000 florines de oro del cuño de Aragón, que en pago los monjes de Nájera "le daban y traspasaban la dicha Iglesia de Santa María de Estíbaliz con las cosas y posesiones, y rentas a ellas pertenecientes", Y: después de lo cual el Procurador entregó un libro de la iglesia a los representantes de D. Fernán, y éstos echaron al Procurador afuera del templo y cerraron las puertas en señal de posesión.

Quedaron pues los Señores de Ayala, como poseedores y patronos de Estibaliz, cuyo dominio conservaron por más de una centuria, hasta que D. Atanasio de Ayala, descendiente, heredero y mayorazgo de la casa de Ayala, pensó en desprenderse del patronato de Estibaliz que, como poseedor de dicho templo tenía.

Movió a D. Atanasio a tal determinación el que, viviendo los poseedores del Santuario lejos de Estibaliz, ni cuidaban como merecía de los reparos indispensables en el edificio, ni de la reposición de ornamentos y vasos sagrados, ni de las atenciones debidas a los clérigos y capellanes del Santuario. Por lo cual, y habida por otro lado la consideración de que ni aún el mismo patrono reportaba del patronato utilidad ninguna material, determinó ceder el patronato de Estibaliz al Hospital de Santiago de la ciudad de Vitoria-Gasteiz y al Ayuntamiento, Justicia y Regimiento de la misma.

Al efecto, el citado patrono indicó al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz sus deseos; y éste en su sesión del 20 de Abril de 1542, (5) acordó nombrar sus representantes para el contrato, pedir la oportuna venia al Pontífice y remunerar a D. Atanasio de Ayala por la cesión del Santuario con 1.500 escudos de oro.

Arreglados estos extremos, D. Atanasio de Ayala, por escritura (6) que otorgó en Valladolid a 11 de Mayo de 1542, cedió la posesión y patronato de la iglesia y casa de Santa María de Estíbaliz, y los bienes raíces anejos a la misma en los pueblos de Villafranca, Argómaniz, Arbulo, Oreitia, Matauco y Argandoña, al Hospital de Santiago y al Ayuntamiento, Justicia y Regimiento de la ciudad de Vitoria-Gasteiz.

Y como los 1.500 escudos de oro que se dieron a D. Atanasio de Ayala se sacaron del fondo del Hospital de Santiago, por eso el Santuario, casa y rentas de Estíbaliz se agregaron y siguen hoy perteneciendo al Hospital civil de Santiago de la capital Alavesa.(Año 1900).

De esta misma escritura arranca el que, siempre que la Iglesia de Estíbaliz ha estado abierta al culto, como constantemente ha sucedido hasta comienzos de este siglo, (Año 1900) el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, como patrono, ha tenido el derecho de nombrar los capellanes del Santuario.

Como complemento a la historia de Estíbaliz, diremos que a principios del siglo XVII, (en 1608), se trató de fundar en este Monasterio, un convento de Recoletos (7) de San Francisco. La ciudad de Vitoria-Gasteiz había ya estipulado con los monjes de esa orden las condiciones de tal fundación, más al haberse credo en Vitoria-Gasteiz a la sazón el convento de la Purísima Concepción para los mismos Recoletos, impidió (8) que se realizara el proyecto de la creación de el de Estíbaliz.

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(1) -D. José Amador de los Ríos. -Revista de España 1871.
(2) -Archivo de San Millán.-Becerro Gótico, Folio 118 y Becerro galicano folio 184.
(3) -Se conserva el original en el Archivo de Nájera. Además se ocupa de ella Garibay.-Libro 24 capitulo 4º , Folio 165.
(4) -Archivo del Monasterio de Santa María la Real e Nájera.
(5) -Archivo de la ciudad de Vitoria-Gasteiz, caxa F.
(6) -Archivo de la ciudad de Vitoria-Gasteiz.
(7) -Landázuri, Historia eclesiástica de la M. N. Y m. l. Provincia de Álava, página 223.
(8) -Fray Melchor Amigo, Paraíso Cántabro.