Estela
de Galdacano (ÁLAVA)
José María Blázquez
Instituto Español de Arqueología
[Publicado previamente en: Estudios de Arqueología Alavesa 6 (Homenaje
a Domingo Fernández Medrano), Vitoria, 1974, pp. 237-245. Editado aquí
en formato digital por cortesía del autor, con la paginación original y sin
modificaciones].
En la publicación de esta pieza prácticamente inédita (1), cuyo
conocimiento y foto debo a mi buen amigo J. C. Elorza, que con sus excelentes
estudios sobre epigrafía alavesa, está cambiando el panorama científico de
la romanización en la provincia de Álava (2), queremos rendir justo
homenaje al Sr. Domingo Fz. Medrano, trabajador infatigable en el campo de la
Arqueología alavesa y con quien me une una excelente amistad desde hace
muchos años.
La estela hallada en Galdácano es de piedra arenisca y mide 0,46 metros de altura por 0,48 de anchura y 0,10 de grosor. Falta la parte superior
y el lado derecho. El campo epigráfico se encuentra en el tercio inferior y
consta de tres renglones en los que creemos ver las siguientes letras:
G E N V A / C O N A N O N V S / E D A.........S V.
En el centro de la estela el lapicida representó a tres varones en relieve,
colocados de frente, desnudos, con el sexo bien manifiesto, con los brazos
caídos a lo largo del cuerpo, y las piernas vistas de perfil. Faltan, por rotura
de la piedra, las cabezas de los hombres de los extremos y la mitad del cuerpo del situado a la derecha. De la figura central no se conserva nada de
los ojos hacia arriba. Las figuras son planas y carecen de estudio anatómico
o de adornos.
En el borde del lado izquierdo hay un marco que debía
recorrer los dos lados de la composición.
La estela de Galdácano por el motivo central pertenece a un grupo bien documentado de estelas propias de la región alavesa, que se caracteriza por
tener todas ellas figuras humanas en el centro, generalmente en relieve,
vistas de frente, con las piernas de perfil y planas; baste recordar los
ejemplares de Contrasta, Iruña, Narvaja y Santa Cruz de Campezo (3).
Figura 1. Estela de Galdácano.
Este tipo de estelas ha aparecido también fuera de la región alavesa, como lo indican las siguientes piezas: la de Villaventín, en la provincia de Burgos
(4), en esta estela las figuras humanas colocadas entre columnas están mucho mejor trabajadas, al igual que las columnas, donde se distinguen bien
las estrías, los capiteles, y los motivos decorativos de los arcos. Encima de
ellos hay un zócalo con recuadros, las letras están también mucho mejor
hechas que en las estelas alavesas; la de Bearín, con un varón en el centro
que lleva túnica corta, y la de Urbiola, con tres personas que visten túnica
corta, van cogidas por los hombros y con las piernas vistas de perfil (5);
estas dos estelas últimas proceden de territorio vascón. Un paralelo muy
próximo para la pieza de Galdácano lo constituyen un grupo de estelas
encontradas en Aguilar de Codés (Navarra), dadas a conocer por A. Marcos y
R. García Serrano en la II Semana de Antropología Vascongada. Estas
estelas son cinco y en todas el lapicida ha esculpido cinco personajes de frente,
generalmente cogidos por la mano, dentro de un nicho, a veces rectangular,
otras arqueado, y en un caso bajo tres arcos colgados. La técnica de representar la figura humana es siempre la misma que en las citadas estelas
alavesas.
Figura 2. Estela de Aguilar de Codés. Museo de Navarra. Pamplona.
Archivo fotográfico.
(1) La primera noticia sobre esta pieza se debe a J. M. UGARTECHEA, Notas sobre
estelas, lápidas e inscripciones funerarias vizcaínas, en Anuario de
Eusko-Folklore, XIX, 1962, 159-160. Recientemente, estando ya en prensa este trabajo, la lápida ha sido
nuevamente recogida por A. MARCOS Pous y R. GARCÍA SERRANO, Un grupo unitario de estelas
funerarias de época romana con centro en Aguilar de Codés, en La Romanización del País
Vasco (Segunda Semana de Antropología Vascongada), Estudios de Deusto XX,
fasc. 46, 320-321.
(2) J. C. ELORZA, Ensayo topográfico de epigrafía romana alavesa, en EAA 2, 1967,
169 y ss.; IDEM, Estelas decoradas romanas en la provincia, de Álava; en EAA 4, 1970,
235 y ss.; IDEM, Divinidades romanas de Álava, en CAN 11, 1970, 815 y
ss.; IDEM, Un taller de escultura romana en la divisoria de Álava y Navarra, en CTEEHA 13, 1969, 55y
ss.
(3) J. C. ELORZA, EAA 2, 139, fíg. 12; 164 ss., figs. 87-88; 174, fig. 40.
IDEM, CTEEHA (Cuadernos de Trabajos de la Escuela Española de Historia y Arqueología en
Roma), 72; IDEM, EAA 4, 246 ss. n.° 37, 40, 42, 44.
(4) J. A. ABÁSOLO, Inscripción romana inédita de Villaventín, en BSAA 37, 1971.
439 ss.
(5) I. BARANDIARÁN, Tres estelas del territorio de los vascones, en Caesaraugusta 32,
1968, 211 y ss.
En Gastiaín (Navarra) (fig. 6) se halló otra estela con una figura
humana de las mismas características que las anteriores. Varias estelas
de Vigo estudiadas recientemente por Julia (6), pertenecen al mismo grupo,
en una de ellas se ven tres personajes, dos cogidos de la mano sobre un ara y
un tercero detrás; en otras tres se ha representado uno solo de frente, y en
tres, dos personas; en todas ellas la ejecución de las figuras humanas es tan
torpe como en la estela de Galdácano.
Figura 3. Estela de Aguilar de Codés. Museo de Navarra. Pamplona.
Archivo fotográfico.
Figura 4. Estela de Aguilar de Codés. Museo de Navarra. Pamplona.
Archivo fotográfico.
Recientemente M. L. Albertos me ha señalado la semejanza que existe
entre el grupo homogéneo de estelas de Vigo y los ejemplares de la región
alavesa, y, sobre todo, el hecho de que este tipo de estelas con varios
personajes parece ser extraño al NO, estando, por el contrario, muy documentado
en Álava y Navarra. En cambio, hay que aceptar, siguiendo a Julia, que las
estelas de togado bajo hornacina, catalogadas por A. García y Bellido (7)
son típicas, a juzgar por su abundancia, del NO de la Península Ibérica.
A los ejemplares citados por A. García y Bellido procedentes de Salamanca,
Castro de San Facundo, Barcelós, Santa Tecla, Bilhares y Arano, hay que
añadir las piezas citadas por D. Julia, de Oporto, Braga, Braganza, Lamego
y Paderne. Aunque la idea sea la misma, las estelas alavesas parecen ser una
variante local del mismo concepto de representar el difunto. De Monte
Cildá, provincia de Palencia (8), se conocen también estelas con la figura
humana. Una de éstas (9) es particularmente importante, pues lleva en el
centro un varón desnudo; en una segunda hay dos hombres, al parecer desnudos con los brazos extendidos (10).
Las estelas de esta ciudad son, en
conjunto, diferentes de las alavesas. Características de todas estas representaciones de la figura humana es su gran tosquedad, el carecer de
indicación anatómica, y el quedar la cabeza reducida a una simple bola. En todas ellas el relieve es plano, que es una característica de
la escultura indígena de la Meseta, tanto de fecha anterior a la romanización, como de época romana, como lo indican las estelas procedentes de
Lara de los Infantes (Burgos), como una con tres guerreros, vistos de frente
con las piernas de perfil, que constituye un paralelo para el relieve de
Galdácano (11), una segunda con un guerrero y una tercera, todas con
idéntica colocación de las piernas (12), y las estelas con figura de jinete y arcos y
con escena cinegética (13), todas de época imperial a juzgar por las inscripciones.
Figura 5. Estela de Aguilar de Codés. Museo de Navarra. Pamplona.
Archivo fotográfico.
El relieve en las dos caras, con representación de acoso de
una vaca por un jinete, y en otras seis estelas de la misma localidad, y en las
de Lara de los Infantes, con jinetes, varios de los cuales, la del acoso de vaca
y las dos con jinetes con varios escudos --alusión a los enemigos muertos
en los combates por el difunto-- parecen ser de época anterior a la romanización (14).
Figura 5. Estela de Gastiaín. Museo de Navarra. Pamplona. Archivo
fotográfico.
En el Bajo Imperio, con la barbarización del Arte Romano, entró en el
arte oficial el relieve plano, que en la Península Ibérica nunca se perdió,
como lo prueban la estela de Galdácano y sus congéneres citados en este
trabajo, lo que indica que en la Meseta, a pesar de que la romanización en la
provincia de Álava es más profunda de lo que hasta ahora se suponía (15),
sin embargo, se conservan las técnicas, las creencias, la onomástica, etc.,
típicamente prerromanas, que debieron reverdecer al aflojarse con la crisis
del siglo III la presión de Roma sobre las provincias (16).
Cabe todavía plantearse dos últimos problemas. El primero de los cuales es saber si existió uno o varios talleres que produjeron estas piezas, y
el segundo, si las estelas con difuntos, que han aparecido principalmente en
la provincia de Álava, son típicas de alguno de los pueblos indígenas que
habitaban esta provincia. Ya A. Marcos y R. García Serrano, al estudiar las
citadas estelas de Aguilar de Codés, se dieron cuenta de la afinidad existente
entre las estelas de Gastiaín y las numerosas estelas análogas encontradas en
la parte oriental de la provincia de Álava, y señalaron la unidad de todo este
conjunto. J. C. Elorza publicó y documentó los productos de este posible
taller (17).
Marcos y García Serrano piensan que este grupo procede de Aguilar de Codés, donde se recogieron cinco estelas, pero nosotros no
creemos probable que la pieza de Galdácano viniera de este taller, ni tampoco de las piezas alavesas publicadas por Elorza. Posiblemente
trabajaron varios talleres al mismo tiempo. En cuanto al pueblo con que hay que
relacionar las estelas con figuras humanas, parece claro, por el lugar de
hallazgo, que debía ser el de los várdulos (18). La fecha de estas estelas
debe caer en época de los Severos.
(6) Étude épigraphique et iconographique des stèles funéraires de Vigo, Heidelberg
1971, 30 ss. láms. 8 b; 9-11.
(7) A. GARCÍA y BELLIDO, Sobre un tipo de estela funeraria de togado bajo
hornacina, en AEA 40, 1967, 110 ss.
(8) M. A. GARCÍA GUINEA, J, GONZÁLEZ ECHEGARAY, J. A, SAN MIGUEL RUIZ,
Excavaciones en Monte Cildá, Olleros de Pisuerga (Palencia), Palencia 1966, 41
ss., número 14.
(9) IDEM, o. c., 50, n.º 25.
(10) IDEM, o. c., 57, n.° 36.
(11) A. GARCÍA BELLIDO, Esculturas romanas de España y Portugal, Madrid 1949,
366, lám. 265.
(12) IDEM, o. c., 366 ss., lám. 265.
(13) IDEM, o. c., 369, lám. 266.