Estíbaliz.Los
primeros siglos a través de sus documentos. Siglos X-XII.
ESTUDIOS ALAVESES.
Luces en la sombra.
Los primeros
siglos de Estíbaliz a través de sus documentos (siglos X-XII).
Lights in the shadows. Estíbaliz's earliest centuries through its documents (10th - 13th
centuries).
Isabel Mellén*.
Fecha de recepción/Harrera data: 03-08-2018.
Fecha de aceptación/Onartze data: 10-09-2018.
* Universidad de Zaragoza isahmellen@gmail.com
RESUMEN.
Los primeros siglos de Estíbaliz, antes del inicio de la construcción de la iglesia
románica a mediados del siglo XII, resultan oscuros debido a la escasez de
documentos y referencias que se han conservado. Sin embargo, una atenta mirada
a estos vestigios documentales permite atisbar el papel que jugó Estíbaliz en la
política alavesa del siglo XI como uno de los lugares de poder más relevantes del
territorio, dirigido durante esta centuria por la familia de los Señores de Vizcaya.
A través del estudio de la documentación escrita conservada, el presente artículo
busca aportar luz sobre este enclave para comprender cómo era la tenencia de
Estíbaliz antes de que se construyera la actual iglesia.
ABSTRACT.
Estíbaliz's earliest centuries, before construction of the Romanesque church began
in the mid-12th century, are obscure due to the scarcity of conserved documents
and references. However, by taking a close look at these vestiges of documents we
can discern the role Estíbaliz played in the politics of Álava in the 11th century as
one of the most important seats of power in the territory, run throughout this
century by the family of the Lords of Biscay. By studying the written documents that
have been preserved, this article aims to shed light on this enclave in order to
understand the nature of the tenancy of Estíbaliz before the current church was
built.
INTRODUCCIÓN.
El santuario de Estíbaliz, ubicado en lo alto de un cerro en plena
Llanada Alavesa y a escasos diez kilómetros de Vitoria-Gasteiz, se
compone en la actualidad de diversas instalaciones levantadas durante el siglo
xx, en medio del cual sobrevive una iglesia románica cuya construcción
se inició en el siglo XII.
Emplazamiento milenario y fundamental para comprender la historia y las tradiciones de los alaveses, de sus primeros
siglos de vida solamente quedan el templo y unos pocos documentos que nos remiten de forma indirecta y sumamente escueta a este lugar,
conformando un corpus de escritos que parecen casi arrojar más sombra que luz sobre los primeros años de Estíbaliz.
La ausencia de documentos de los siglos medievales es una constante
en el territorio alavés, que se mantuvo como zona intermedia rodeada de
grandes reinos que rivalizaron sobre sus tierras para expandir y mover la
frontera a costa de los reinos vecinos. Inmersa en esas luchas de poder
entre los poderosos reinos de castilla y de Navarra, la historia medieval
alavesa se presenta convulsa, marcada por los continuos cambios de
poder y de las lealtades de sus señores feudales, vasallos de los grandes
reyes.
Este hecho, sumado a que no existían en el territorio monasterios de
importancia encargados de custodiar y copiar los escritos más relevantes
en cartularios o "libros becerro", sino que se encargan de ello los
monasterios de los reinos limítrofes (San Millán de la cogolla, Santa María
la Real de Nájera y San Juan de la Peña, entre otros), hace que abordar
la historia de Estíbaliz de estos siglos medievales sea una tarea ingrata y
sumamente oscura.
Sin embargo, los documentos, aunque pocos, siguen estando ahí, custodiando una valiosa información que merece la pena
descodificar para intentar arrojar algo de luz sobre uno de los lugares
más cruciales y menos estudiados de la geografía alavesa.
El presente artículo trata, por lo tanto, de recopilar los primeros
documentos que mencionan Estíbaliz, marcando una cronología que va desde
el año 984, cuando aparece la primera referencia directa a este enclave,
hasta 1109, fecha en la que se data el último documento antes de la
aparición del testamento de doña María López, escrito de 1138 en el que se
dona Estíbaliz a Santa María la Real de Nájera y con el cual se marca
el inicio de otra etapa distinta, fruto de la cual surgirá la actual iglesia
románica, el vestigio más antiguo que se conserva en nuestro cerro. Así,
intentaremos arrojar algo de luz sobre los años más oscuros de Estíbaliz.
Algunos de los documentos fundamentales que comentaremos a continuación forman parte de una narración que se había venido contando,
con pequeñas aportaciones posteriores, desde que el historiador Joaquín
José de Landázuri y Romarate allá por el siglo xviii recopilara las
primeras noticias sobre la Estíbaliz de los siglos XI y XII ( 1 ).
Desde entonces, en los innumerables textos que se han ocupado de Estíbaliz, siempre ha
dominado un relato más o menos "canónico" a propósito de sus orígenes
( 2 ).
Landázuri fue el primero en aportar una documentada historia de
Estíbaliz identificando algunos de los documentos en los que aparecían
los comités o "dominantes" en Estíbaliz, de los que posteriormente
hablaremos, y que permitían dilucidar un recorrido histórico. Este relato
se ha repetido una y otra vez sin apenas variaciones, pero en esta
investigación nos proponemos incorporar una visión crítica sobre las fuentes
que creemos que aportará una perspectiva nueva sobre los orígenes del
actual santuario de Estíbaliz.
( 1 ) Seguimos la siguiente edición moderna: Joaquín José de Landázuri y Romarate: Obras
históricas sobre la provincia de Álava, tomo III, Vitoria, Diputación Foral de Álava, 1976.
( 2 ) Un completo estado de la cuestión sobre los estudios dedicados al Santuario de nuestra
Señora de Estíbaliz puede hallarse en: Agustín Gómez Gómez: El arte románico en Álava,
Guipúzcoa y Vizcaya. Perspectivas historiográficas, Bilbao, Ediciones Beitia, 1996.
1. LA TENENCIA DE ESTÍBALIZ Y EL CONDADO DE ÁLAVA.
Intentar conocer en detalle cuál era la situación político-cultural del
cerro de Estíbaliz en tiempos del lejano condado de Álava resulta
sumamente complejo. La Álava de los siglos ix y x era un territorio que
formaba parte de la estrategia de defensa de las fronteras cristianas ante
los avances de las tropas musulmanas, y sus conexiones basculaban
fundamentalmente entre el (todavía) condado de castilla, el reino de
Pamplona y el reino asturiano ( 3 ).
Los datos de esta época son insuficientes y, es más, cuando están no aportan toda la información que sería deseable, ni
tampoco es posible acreditar su fiabilidad. Muchos de los documentos de
estas vetustas centurias nos llegan a partir de copias de siglos posteriores,
en las que, muchas veces, obraron más los intereses del momento que el
rigor histórico.
Los cambios experimentados por la sociedad medieval a partir del siglo xii obligaron a que todo aquel que tuviera propiedades
contara además con documentos que avalaran su posesión, lo que, como
es de esperar, no siempre se hizo con arreglo a la legalidad. De ahí que,
ciertamente, mucho de lo que aparecerá en los cartularios que citaremos
en esta investigación deba considerarse bajo esta particular óptica
( 4 ).
A pesar de todo ello, y centrándonos en el caso concreto de Estíbaliz,
podemos intentar esbozar con grandes trazos la historia de una etapa crucial
y necesaria para comprender el magnífico desarrollo posterior de este
estratégico lugar en la segunda mitad del siglo XII.
( 3 ) Para una panorámica general puede consultarse: Ernesto García Fernández: "clérigos,
caballeros, «burgueses» y campesinos en la Alta Edad Media", en Antonio Rivera
(ed.) Historia de Álava, San Sebastián, Nerea, 2003.
( 4 ) Un estudio en el que se advierten los problemas de las falsificaciones documentales puede
encontrarse en: Manuel Zabalza Duque: Colección diplomática de los condes de Castilla:
edición y comentario de los documentos de los condes Fernán González, García Fernández,
Sancho García y García Sánchez, Valladolid, Junta de castilla y León, 1998. Véase
también: José Antonio Munita Loinaz (ed.), Mitificadores del pasado, falsarios de la Historia,
Bilbao, UPV-EHU, 2011.
El primer dato relativo a Estíbaliz con el que contamos para situarnos
en estos difíciles siglos altomedievales aparece en el cartulario de San
Millán de la cogolla (Becerro Galicano) ( 5 ) centro monástico, como
veremos, muy ligado a Álava y a los diferentes propietarios de Estíbaliz,
cuya redacción se llevó a cabo en 1195.
En un escrito fechado en el año 984, dedicado a un tema que nada tiene que ver con el cerro alavés
(concretamente una disputa sobre el pago a la diócesis de las tercias
de unas iglesias), aparece la siguiente nómina de coetáneos: Regnante
Sancio rex in Pampilona, comite Lupe Sarrazinez in Divina, Aurivita Didacoz in Estivaliz, Alvaro Sarraziniz in
Murielles ( 6 ). Aurivita Didácoz aparece citado como comité, una palabra ambigua que no debe
traducirse directamente como "conde", o al menos no con el sentido
convencional de la misma.
Este término aparece frecuentemente asociado con una tenencia, es decir, con una circunscripción territorial menor donde
un señor está en obligación de llevar a cabo ciertas acciones defensivas,
tributarias y jurídicas en nombre de un rey a cambio de algunos
derechos y privilegios sobre ese territorio, que solían consistir en la mitad
de las recaudaciones realizadas para las arcas reales.
Por lo general, la concesión de tenencias a ciertos nobles se asocia con obligaciones
relativas a la defensa del territorio, lo cual es especialmente reseñable en el
caso de Álava, zona fronteriza entre los reinos de castilla y de Navarra
que, por lo tanto, estaba necesitada de plazas fuertes defensivas
otorgadas a los señores o barones por los reyes de ambos bandos. Por ello, las
tenencias están provistas generalmente de un núcleo fortificado y de un
pequeño distrito territorial ( 7 ).
5 El documento también estaba recogido en el desaparecido Becerro Gótico de San Millán
de la cogolla (David Peterson desarrolla un profundo e interesante estudio de
reconstrucción de este desaparecido cartulario en: David Peterson: "El becerro gótico de San Millán.
Reconstrucción de un cartulario perdido", Studia Historica. Historia Medieval, 29, 0, 2012).
Este cartulario, como decimos, se perdió en la época de la Desamortización y posterior
exclaustración del monasterio emilianense (los monasterios de Suso y Yuso sufrieron diversos
abandonos, la expulsión de los benedictinos y desamortizaciones desde 1809 hasta 1878,
cuando llegan los Agustinos Recoletos), pero autores como Juan Antonio Llorente, cuyas
Noticias históricas de las tres provincias vascongadas... fueron publicadas en 1807,
pudieron consultar el volumen con anterioridad. El documento titulado Donación á la iglesia de
Ocoizta, én Álava, año 871, citado por Llorente como: Archivo del monasterio de San
Millán de la cogolla, becerro gótico, fol. 108 (v. Juan Antonio Llorente: Noticias históricas de
las provincias Vascongadas. Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, Madrid, vol. III, Imprenta Real,
1807, p. 107), contiene un apéndice fechado entre el 970 y el 995 con el texto que citaremos
del Becerro Galicano (fol. 70, 221 de la edición crítica). Los documentos del Becerro
Galicano, los citaremos a partir de la numeración propuesta en la propia edición crítica accesible
en: http://www.ehu.eus/galicano.
( 6 ) consultado en el documento 221 de la edición crítica del Becerro Galicano de San Millán
de la cogolla. no podemos entrar ahora a valorar su autenticidad, pero ya fue puesta en
cuestión en: Gonzalo Martínez Díez: Álava medieval, Vitoria, vol. I, Seminario de Vitoria,
1974, p. 77.
( 7 ) Aitor Pescador Medrano: "Tenentes y tenencias del Reino de Pamplona en Álava,
Vizcaya, Guipúzcoa, La Rioja y castilla (1004-1076)", Vasconia: Cuadernos de
historia-geografía, 29, 1999, pp. 108-109.
Si intentamos imaginar una Llanada en la que todavía no se han
desarrollado las villas de Vitoria o de Salvatierra, no es de extrañar que
el cerro de Estíbaliz se concibiera como un importante emplazamiento
defensivo. Además, considerando precisamente esta característica, se
podría colegir que en lo alto del cerro de Estíbaliz pudo existir una
fortaleza o torre que pudiera cumplir tanto con una función militar como
residencial.
De este modo, aunque la alusión de Aurivita Didácoz como comité de Estíbaliz no nos diga mucho más, se aprecia cómo desde
muy temprano Estíbaliz era un enclave destacado, teniendo un papel relevante en la configuración de las nacientes monarquías castellana
y pamplonesa, a las que Álava pertenecerá en función de alternantes
conquistas por parte de ambos reinos ( 8 ). no es fácil aventurar quién pudo
ser Aurivita Didácoz, aunque se pueden apuntar algunas hipótesis que,
a buen seguro, requerirán de futuras aproximaciones. Balparda asegura
que éste (al que llama Orbita Díaz), junto con Alvaro Sarracínez y Lope
Sarracínez eran "vasallos de los condes Garci Fernández y Sancho
Garcés de castilla I" ( 9 ). con ello, y asumiendo los riesgos que supone
enfrentarse a la homonimia de la época, se podría conectar con la figura
de Oveco Díaz, un señor que ya consta en el famoso fuero de Berbea,
Barrio y San Zadornil de 955 (texto que parece ser, en realidad, de
1012) ( 10 ) y que se sabe por varios documentos de compraventa que era
propietario de numerosas casas y tierras en la zona de los actuales valles
de Añana.
Esther Peña Bocos hace una interesante aproximación de los inmuebles de Oveco Díaz
( 11 ), y así nos precisa que contaba con:
"40 casas pobladas repartidas en 6 aldeas situadas en Valdegovía y
las proximidades del Ebro, 3 monasterios; un palacio en Barrio, y una
tercera parte de los palacios de Bozoo, disposición sobre 20 viñedos,
sobre 12 sernas, turnos de molienda, eras, huertos, etc., a lo que
cabría añadir 12 casatos, derechos específicos, exenciones, así como las
partes que dispone en otras 14 villas o aldeas aguas abajo del Ebro,
en ámbitos riojanos y en contacto con Navarra, y cuyo alcance real desconocemos. Amén de los derechos de pasto que dispondría tanto
en el ámbito de esas aldeas, como por una amplia zona al norte del
Ebro, y en la que sus ganados parecen estar exentos del
montazgo" ( 12 ).
( 8 ) Además, se puede deducir que la Llanada Alavesa estuvo inicialmente
compartimentada en tres tenencias: Divina, Estíbaliz y Morillas pero, en opinión de García de
Cortázar,
Divina (situado en la zona de Foronda) y Estíbaliz pasarían a ser las dos tenencias más
importantes de la Llanada. (Véase: José Ángel García de Cortázar: "La sociedad alavesa
medieval antes de la concesión del Fuero de Vitoria", en Vitoria en la Edad Media. Actas del
primer congreso de Estudios Históricos, Vitoria-Gasteiz, Ayuntamiento de
Vitoria-Gasteiz, 1982, pp. 101-102).
( 9 ) Gregorio Balparda y de las Herrerías: Historia crítica de Vizcaya y de sus fueros, Bilbao,
vol. II, 1933, p. 22, nota 20.
( 10 ) Esther Peña Bocos: "La aldea como espacio de poder: la castilla del Ebro en torno al año
mil", en Los espacios de poder en la España medieval: XII Semana de Estudios Medievales,
Nájera, del 30 de julio al 3 de agosto de 2001, Nájera, Instituto de Estudios Riojanos, 2002,
p. 76.
( 11 ) Esther Peña Bocos: La atribución social del espacio en la Castilla altomedieval: una
nueva aproximación al feudalismo peninsular, Santander, Ed. Universidad de
Cantabria, 1995, pp. 156-158.
( 12 ) Esther Peña Bocos: "La aldea como espacio de poder...", opus cit., p. 87.
La fortuna de este infanzón no dista demasiado de la que en aquella
época tenían los condes de castilla, por lo que no parece descabellado
pensar que, unos años más tarde, pudiera aparecer como tenente en la
importante plaza de Estíbaliz.
Los bienes de Oveco Díaz se conocen gracias a diversos documentos de compraventa de los reyes de
Navarra
fechados entre el año 1008 y 1028, cuando se produce la donación de
Sancho el Mayor y su madre Jimena de Pamplona a San Millán de la Cogolla, donde se especifican illas villas quas fuerunt de Oveco
Didaz ( 13 ).
En la «Colección diplomática de los condes de Castilla»,
recopilada por Zabalza Duque, aparecen otra serie de documentos en los que
volvemos a encontrarnos con Oveco Díaz (como el fuero de la villa de
Nava de Albura, cerca de la actual Miranda de Ebro) ( 14 ) y, además, este
investigador sugiere que podría ser hijo de Fronilde, la tía del conde
Sancho García, con lo cual, no irían desencaminadas las sospechas
antes aludidas de Balparda.
Lamentablemente, en la única referencia en la que se cita Estíbaliz su
nombre aparece de forma latinizada, Aurivita Didacoz, hecho que no se
observa en el resto de casos, donde leemos Oveco Díaz o Didaz.
Esto, junto a la ausencia de otros documentos que nos ubiquen Estíbaliz en
los albores del año 1000, hace difícil poder hacer cualquier valoración
más allá de las vertidas unas líneas más arriba. En todo caso, parece
probable que el tenente de Estíbaliz estuviera vinculado por alguna
relación de vasallaje al condado de castilla y, por lo tanto, que Aurivita
Didácoz y Oveco Díaz fueran la misma persona. En este sentido, Balparda aporta una genealogía de Oveco Díaz que lo relaciona con los
Sarracínez ( 15 ), conocidos vasallos de los condes de castilla, algunos de
cuyos miembros acompañan a Aurivita Didácoz en el citado documento
del año 984 ( 16 ).
(.13 ) Ibidem, p. 86
( 14 ) M Manuel Zabalza Duque: Colección diplomática de los condes de Castilla..., opus
cit., pp. 517-519.
( 15 ) Gregorio Balparda y de las Herrerías: Historia crítica de Vizcaya y de sus fueros, vol.
I, Madrid, Artes de la Ilustración, 1924, p. 401.
( 16 ) Llorente define a la familia Sarracínez como "heredados en muchos y grandes señoríos
de Álava y Vizcaya, [que] seguían la corte de los condes de castilla como caballeros súbditos suyos", Juan Antonio Llorente: Noticias históricas de las provincias Vascongadas...
opus cit., vol. III, p. 36.
2. LOS TENENTES DE FINALES DEL SIGLO XI Y LA PRIMERA IGLESIA DE ESTÍBALIZ.
Por su parte, Landázuri sitúa la primera noticia en torno al santuario
de Estíbaliz en el año de 1074 ( 17 ), basándose en un documento en el que
aparece la donación de un altar de la iglesia de Santa María de Estíbaliz,
aunque nosotros situamos esta donación por motivos que explicaremos un poco más adelante en el año 1086. no obstante, en esta misma
fecha, nos encontramos con otro texto recogido en el Libro Gótico de
San Juan de la Peña (que trata sobre la ratificación y nueva donación del
monasterio de Iraza y de la villa de Elguea) en el que aparece la
vinculación de un tal Lope Enneconis (Lope Íñiguez) con Estíbaliz, también
bajo el apelativo de comité ( 18 ).
Además, en las notas que Llorente realiza sobre este documento, afirma que "Don Lope Iñiguez suena en esta
escritura con el único dictado de `conde en Estibaliz'; pero lo era de toda
la provincia de Álava como de las de Ipúzcoa y Vizcaya, cuya expresión
fue también omitida" ( 19 ).
Lope Íñiguez era hijo de Toda Fortúnez e Iñigo López ( 20 ), señor de
Vizcaya que también estaba vinculado a Nájera, como se refleja en
numerosos documentos ( 21 ).
Además de ostentar desde 1063 hasta 1075 la importante tenencia de
Nájera, concedida por el rey navarro Sancho
Garcés IV ( 22 ), el padre de Lope Íñiguez, Iñigo López, tenía varias
posesiones en el mismo territorio, lo cual implica que el cargo de tenente o
comité no era incompatible con ciertos derechos hereditarios sobre
terrenos que entran dentro de la circunscripción de la tenencia, hecho que
será relevante para comprender el testamento de 1138 de doña María
López, su nieta, en el que se dona Estíbaliz al monasterio de Santa
María la Real de Nájera ( 23 ).
A pesar de esta vinculación de Iñigo López con el rey navarro, cuando éste murió en 1076 asesinado por sus hermanos
y, seguidamente, los reyes Sancho Ramírez de Aragón y Alfonso VI de
Castilla se repartieron su reino, no dudó en jurar fidelidad a este último.
Su hijo, Lope Íñiguez, se sumó a al juramento dado y, así, cuando
sucedió a su padre tras su fallecimiento recibió en 1079 el condado vizcaíno
y, posteriormente, también amplió su jurisdicción sobre Álava (1081)
y Guipúzcoa (1082) ( 24 ).
En tal contexto su cambio de vasallaje del rey navarro al castellano explica por qué Lope Íñiguez nos aparece citado
en 1086 en el referido documento del Libro Gótico de San Juan de la
Peña como comité in Estibaliz.
Es así también que, en este mismo año de 1086, encontramos otra
referencia a Estíbaliz inserta dentro del documento en el que aparece
reflejada la donación del altar derecho de Estíbaliz al monasterio de San
Millán de la cogolla por parte de un personaje aparentemente ajeno a la
familia de Lope Íñiguez ( 25 ).
( 17 ) "En la incertidumbre de su primer origen, la más antigua, y expresa noticia que se
encuentra del Santuario de Estivaliz, es una escritura del Archivo del Real Monasterio de San
Millan de II. de los Idus de Abril de la era de McXII, que corresponde al año de 1074, por
la qual Senior Alvaro Gonzalez de Guhinea hizo donación y confirmó al Monasterio de San
Millan, a su abad Blasio diferentes posesiones". Joaquín José de Landázuri y
Romarate: Obras históricas sobre la provincia de Álava..., pp. 161-162.
( 18 ) Seguimos para ello la transcripción del documento que ofrece Llorente (Archivo del
monasterio de San Juan, Libro Gótico, folio 66) en: Juan Antonio Llorente: Noticias históricas
de las provincias Vascongadas... opus cit., vol. III, pp. 445-446.
( 19 ) Ibidem p. 446.
( 20 ) En el documento 576 de la edición crítica del Becerro Galicano de San Millán de la
cogolla se observa el parentesco casi completo de la familia de los señores de Vizcaya.
Resulta interesante para la presente investigación el hecho de que se incluya como pariente de
Lope Íñiguez (hijo de Iñigo López) al señor Lope González, su yerno, al que veremos más
adelante como dominante in Estibaliz. Se ampliará a continuación esta relación familiar.
( 21 ) Estos documentos quedan recogidos en: Aitor Pescador Medrano: "Tenentes y tenencias
del Reino de Pamplona..." opus cit., pp. 116-117.
( 22 ) Ángel J. Martín Duque: "Vasconia en la Alta Edad Media: Somera aproximación
histórica", Príncipe de Viana, vol. LXIII, 227, 2002, p. 898.
( 23 ) Donación recogida en el cartulario de Santa María la Real de
Nájera
(AHn, códices, lib.105, pp. 156-157). Puede consultarse una versión en castellano en: Emeterio Sáenz de
Buruaga: Historia de Estíbaliz, Vitoria-Gasteiz, 2ª edición, caja de Ahorros de Vitoria y
Álava, 1991, pp. 173-175.
( 24 ) Ángel J. Martín Duque: "Vasconia en la Alta Edad Media...", opus cit., p. 899.
( 25 ) Edición crítica del Becerro Galicano de San Millán de la cogolla (se citará
BGSMc) doc. núm. 545.
Hasta la fecha, todos los estudios que se han ocupado del santuario se basaban en este documento de donación,
recogido en el Becerro Galicano, para confirmar la existencia de una iglesia
previa a la que se construiría en el siglo xii y que es la que conservamos
hoy en día. como ya hemos comentado previamente, es el documento que Landázuri cita como el primero que se encuentra sobre Estíbaliz
y que inaugura un relato histórico que, desde entonces, se repetirá con
algunas variaciones y añadidos.
como se aprecia en la cita que presentamos a continuación, el
documento está fechado realmente el 12 de abril de 1074 y en él se recogen
unas donaciones del señor Álvaro Gondissalviz de Guinea. Ésta es
tanto la fecha como el personaje al que tradicionalmente se le ha atribuido
la donación del citado altar. Sin embargo, este mismo documento contiene inserta la noticia de otra donación distinta, en este caso a nombre
de Fernando Gondissalviz, fechada en 1086 y que es en la que
efectivamente aparece el fragmento referente a Estíbaliz. Marcamos en cursiva
la noticia así añadida:
"CCLXI. De Sancta Maria de Maurdones et de collaços de
Varrio, et de
casas in Evea, et de Aldonio, et de casa in Oretia et de altar in
Estivalez. Sub nomine christi redemptoris nostri. Ego igitur senior Alvaro
Gondissalviz de Guinea, divino amore conpunctus ac scelerum meorum
recordatus, idcirco pro anima mea concedo et confirmo ad atrio sancti Emiliani
presbiteri et tibi, Blasconi abbati, cum ceteris fratribus ibi Deo
servientibus, monasterio Sancta Maria de Maurdones, in rivo de
Flumentiello, cum omnibus suis pertinentiis, cum divisis, in montibus et in omnibus
locis, ad integritate. Similiter illos collazos de Varrio, cum divisis in montibus et in
omnibus locis, ad integritate. Similiter illas casas quas fuerunt de Eximino
de Evea de campo nomine villa apudque Burgus est sita; casas que
predictas ab oriente partis ville sunt constitutas cum suis divisis in
montibus, in pratis et in omnibus locis. Et in territorio Alava, mea ratione de Aldonio,
quantum ad me pertinuit in terris, in mazanares et mea defensam, ad
integritatem, et cum divisis in montibus, in fontes et in omnibus locis. Et illa
casa de domno Alvaro de Oretia, cum sua divisa, in omnibus locis. Et in
illa ecclesia de villa, mea ratione.
Ego Fernando Gondissalviz dono in Aldonio uno solare cum divisa, era
MCXXIIIIª. Et in illo monasterio de Sancta Maria d'Estivalez, illo altare
de dextero, ad integritate, iure perpetuo serviant Sancti Emiliani.
Si quis autem ex meis aut extraneis hanc meam donationem voluerit
disrumpere, sit a Deo omnipotenti maledictus, et a fide catholica
extraneatus, demumque cum Iuda traditore in inferno submersus, amen. Et ad parte
regali exsolvat IIIIor libras auri cocto. Facta carta donationi in era
MCXIIª , II idus aprilis, regnante Sancio rex in Pampilona et in
naiera.
Ego igitur senior Alvaro Gundissalvi, qui huic dedi, testes
tradidi: Munnio episcopus, confirmans; Furtunius episcopus, confirmans; sennor Eximino
Garceiz, confirmans; sennor Lope Fortunionis, confirmans; sennor Orbita
Azenariz, confirmans; sennor Eximino Azenariz, confirmans".
He aquí que nos encontramos ante una aparente incongruencia en cuanto a las fechas, o lo que es un claro imposible cronológico, ya que
el documento se fecha en 1074 y, de forma intercalada, se recoge la noticia de una donación "a futuro" de 1086.
Esto bien se puede explicar porque el documento en cuestión está recogido en un cartulario,
es decir, se trata de una copia libraria en la que se igualan las grafías
del original por parte del copista, sin diferenciar así en el códice las
distintas manos y tiempos que intervienen en la redacción de su texto.
Esto nos acerca a buscar la solución en comunes problemáticas que ya
se han planteado entre los investigadores y diplomatistas más
familiarizados con los cartularios ( 26 ).
( 26 ) Para más información sobre las problemáticas vinculadas a la naturaleza de los
cartularios, veánse: Pierre chastang: "culture médiévale de l'écrit et cartulaires", en José Antonio
Munita Loinaz (ed.) Mitificadores del pasado, falsarios de la Historia, Bilbao, Universidad
del País Vasco, 2011; junto al ya clásico Laurent Morelle: "De l'original à la copie:
remarques sur l'évaluation des transcrisptions dans les cartulaires médiévaux", en Les
cartulaires, París, École national des chartes et c.n.R.S., 1993.
Las limitaciones paleográficas de la propia naturaleza diplomática de estos escritos, donde la copia no refleja la
morfología del original, nos explica esta aparente incongruencia, según
la cual vemos cómo un segundo personaje, vinculado familiarmente al
otorgante del documento previo el original primigenio inserta como
noticia su posterior actuación, en este caso la donación junto a un
solar in Aldonio del altar de la iglesia de Santa María de Estíbaliz. Al
quedarnos ya sólo la copia del cartulario con una homogénea escritura,
las anotaciones posteriores insertas en el original pierden su identidad
gráfica diluida así en el conjunto del texto, pero no se pierde la temporal
por cuanto la inserción queda fechada ( 27 ).
Como ya se ha señalado, la donación sólo hace referencia a un altar
derecho. Este dato da muy pocas pistas sobre la iglesia que tuvo que
existir antes de la construcción del edificio románico que hoy
conocemos y no se puede deducir de ello ni su estructura ni su forma. Lo único
que se puede colegir de este documento es su existencia. También hay
que tener en cuenta que la donación de este altar no suponía su entrega
física al monasterio de San Millán de la cogolla, sino la entrega de todos
los diezmos, donaciones e ingresos que este mismo altar generase. con
lo cual, el propietario de este altar (y de los ingresos que se extraían de
él) no es Álvaro Gondissalviz de Guinea (Álvaro González), sino su
sobrino Fernando Gondissalviz (Fernando González) ( 28 ).
( 27 ) Desde luego que esta circunstancia apreciada aquí para Estíbaliz no es un caso único ni
aislado, pues existen paralelismos en otros cartularios. Es el caso del «Libro Becerro» del
monasterio de Santa María de La Oliva. En la documentación de esta abadía cisterciense, se
observa hasta en cinco ocasiones el hecho de que un documento se valida en dos momentos
distintos por diferentes personajes. Primero por un primer otorgante regio y luego, en el
mismo original, se revalida la operación por parte de un sucesor. Véase, por ejemplo, el
documento núm. 7 en: José Antonio Munita Loinaz: «Libro Becerro» del monasterio de
Santa María de La Oliva (Navarra): colección documental (1132-1500) , San Sebastián,
Sociedad de Estudios Vascos, 1984, pp. 48-50, notas 6, 7 y 8. Pueden consultarse también
estos documentos en: José Antonio Munita Loinaz: "Regesta documental del monasterio de
La Oliva (1132-1526)", Príncipe de Viana, vol. LVI, 205, 1995 (véanse núms. 7, 10, 11,13 y
15). Agradecemos a este profesor su inestimable ayuda para poder resolver la problemática
cronológica, gráfica y diplomática del documento que nos ocupa, algo que fue relativamente
usual en los escritos de esta época, en la que se tendió a simplificar las confirmaciones y añadidos de actuaciones ulteriores por una misma estirpe a un centro religioso de su devoción.
( 28 ) Este parentesco se puede deducir, no sin dificultades, a partir del documento 529 de la
edición crítica del BGSMc, fechado en 1070, donde Legoncia González hace una donación
al monasterio de San Millán y aparece vinculada a Álvaro González y a alguno de sus
posibles hermanos, como Herramel González o Jimeno González: Alia terra iuxta fonte, et dedit
senior Alvaro Gonzalvez de Ripa Bellosa. [...] senior Harramelli Gondessalviz, et sennor
Scemeno Gonzalviz, et sennor Monnio Alvarez, et sennor Gonzalvo
Harramelli, fidiatores. El matrimonio de Legoncia González y Gonzalo Álvarez, cuyo hijo, entre otros, será
Fernando González, queda reflejado en el documento 518 de la edición crítica del mismo
Becerro, fechado ya en 1079, que se explica en la siguiente nota.
El hecho de que tanto tío como sobrino compartan el mismo apellido se explica por la
homonimia que tenían tanto el padre como el abuelo materno del último, ambos llamados Gonzalo Álvarez. Así, a partir de ahora debemos
vincular esta donación producida en Estíbaliz con Fernando González y
no con Álvaro González de Guinea, como se venía haciendo hasta ahora.
Queda por explicar la aparente paradoja de que en dos documentos distintos, ambos fechados en 1086 el referido a Lope Íñiguez
comentado anteriormente y el que estamos tratando, aparezcan dos personajes
relacionados con Estíbaliz sin vinculación familiar directa: uno como
comité in Estibaliz (Lope Íñiguez) y el otro ostentando los derechos
de un altar (Fernando González). Esta paradoja se resuelve si tenemos
en consideración que doña Toda López, hija natural de Lope
Íñiguez, contrajo matrimonio con Lope González, hijo de Gonzalo Álvarez y Legoncia González, y hermano del citado Fernando González. De esta
manera, se deduce que el yerno de Lope Íñiguez (Lope González) es,
por lo tanto, uno de los hermanos de Fernando González ( 29 ).
Árbol genealógico simplificado de la familia de los tenentes de Estíbaliz y de otros
personajes que aparecen vinculados o referidos en los documentos aquí aludidos.
( 29 ) En el árbol genealógico aquí aportado se resumen estas relaciones de parentesco.
Enumeramos a continuación algunos de los documentos principales por medio de los cuales
se pueden conocer los vínculos familiares aportados. En el documento fechado en 1079,
aparecen citados Legoncia González y Gonzalo Álvarez como esposos y, a continuación,
se enumeran unos nombres que, casi con total seguridad, se corresponden con sus hijos:
Ego igitur domna Leguntia, qui pro iussione domni mei senior Gondessalvo
Alvarez, testes ad roborandum subscripsi: sennor Fernando Gundissalviz, confirmans; sennor Lope
Gondissalviz, confirmans; sennor Martin Gondessalvez, confirmans; sennor Eximino
Gondes-salvez, confirmans; sennor Didaco Gondessalvez, confirmans; Nunno
Gondessaviz, confirmans (BGSMc, doc. núm. 518). El matrimonio entre Lope Íñiguez y Tecla Díaz, así como el
matrimonio de su hija Toda López con López González, queda reflejado en otro documento
fechado en 1093: Ego igitur domna Tecla cometissa, humilis Christi ancilla, omnium ultima,
tamen Dei omnipotentis amore accensa de bonis quod mihi et domno meo ac marito
comite, domno Lupe, [...] et meus cognatus, senior Gundissalvez Lupe, et domna Tota, et dompna
Santia et domna Tarasia, meis sororibus, dando et confirmando, testes sumus huius carte et
pro inde dedimus fideiussores (BGSMc, doc. núm. 576).
Por todo ello no es de extrañar que Lope González sea el siguiente
personaje asociado, según los documentos, al cerro de Estíbaliz.
En un
documento de compra fechado en el año 1106, en el que el maestro nuño de San Miguel de Álava compra a Álvaro Muñoz una casa en
Berrosteguieta por un caballo y un mulo, aparece Lope González citado como dominante in
Estivalez ( 30 ). no sabemos si la tenencia de Álava, representada en este caso por Estíbaliz, le llega a Lope González
por herencia de su mujer, o bien, Lope González logró la tenencia y
posteriormente contrajo matrimonio con la hija del antiguo tenente. En
general, las tenencias no tienen un carácter hereditario, aunque en el
caso de Álava y Vizcaya suelen adquirir esta condición, según práctica
consuetudinaria. Por lo tanto, no sería nada extraño que Lope González
se hiciera con la tenencia mediante su matrimonio con Toda López (
31 ).
Así, la tenencia de Estíbaliz quedaba en manos de la misma familia y
por ello, tras la muerte de Lope González (1113), no nos sorprende ver
a su cuñado, Diego López I de Haro, tomar las riendas de la tenencia
alavesa, que se sumaría así a sus otras recién adquiridas tenencias de
Guipúzcoa, Haro, Grañón y Nájera ( 32 ).
( 30 ) "In Dei nomine. Ego dompnus nunnus, magister de Sancto Michaelo de
Álava, comparavi unum solare cum sua divisa in villa qui dicitur Berroztegieta, in uno cavallo et uno
mulo a te, senioreAlvaro Munnioz de Sancti Meiano. Et sunt fidiatores: senior Munnio
Gonzalvez, et senior Didaco Iohannis de Zuacho, Oveco Zuria, Dominico Luengo et Dominico
de Legarda, et domno Orbita de Hareizelheta, testes. Senior Lope
Gonzalvez, dominante Estivalez, et merino domno Garsea de Avegoquo, senior Didaco Sanchez dominante Divina.
Facta carta in era MCXLIIIIª. Garseano scriptore" (BGSMc, doc. núm. 562).
( 31 ) Aitor Pescador Medrano: "Tenentes y tenencias del Reino de Pamplona...", opus
cit., p. 109.
( 32 ) Ángel J. Martín Duque: "Vasconia en la Alta Edad Media...", opus cit., p. 899.
Esta serie de personajes, algunos de ellos muy importantes,
vinculados o asociados con Estíbaliz aportan información interesante sobre el
cerro y también ayudan a contextualizar su papel dentro del territorio
alavés, pero nos impiden calibrar la importancia que podía tener Estíbaliz en aquellas fechas; para ello, recurriremos a un nuevo documento
que, esta vez sí nos permitirá extraer unas conclusiones más profundas
y decisivas, pese a que en esta otra ocasión Estíbaliz no sea más que el
escenario en el que se resuelve una disputa por la jurisdicción eclesiástica en Álava.
3. LA VISITA DEL OBISPO SANCHO GRAÑÓN A ESTÍBALIZ.
Para comprender mejor el siguiente documento, se hace necesario
establecer primero un contexto histórico general que nos permita acercarnos
a la información que contiene. Debemos recordar que Álava había tenido
un obispado documentado desde el siglo ix al xi y que éste se había
perdido en 1089 debido, entre otras causas, a la resistencia del último obispo,
Fortunio, a asimilar la nueva liturgia romana que se trataba de implantar
en el territorio alavés por aquellos tiempos. Tras la muerte de
Fortunio, que debió acontecer en este año, la sede del obispado alavés, situada en
Armentia, se degradó a colegiata y el obispado de Calahorra extendió su
jurisdicción por todo el territorio de la antigua diócesis de Álava.
A partir
de ese momento, el obispo de Álava deja de aparecer como partícipe en
los documentos y, en su lugar, aparece el obispo de Calahorra Pedro, al
que encontramos por primera vez en la donación que doña Tecla, esposa
del ya citado comité de Estíbaliz, Lope Íñiguez, hace del monasterio de
Albóniga a San Millán de la cogolla en 1093 ( 33 ).
Tras la muerte de don Pedro en 1108, a continuación, le sucedió el arcediano Sancho Grañón,
que recibió su consagración en Roma del Papa Pascual II. Además, en
este diploma que le confirmaba como obispo de Calahorra se declaran también los nuevos límites de la diócesis, entre los que se incluyen
"Álava, Vizcaya, Nájera y ambos cameros, con sus términos" ( 34 ). con esta bula
papal, quedaba definitivamente abolido el obispado alavés.
Este mismo obispo calagurritano, don Sancho Grañón, en un documento incompleto en el que no se conserva la fecha original, pero que
se ha datado en 1109 ( 35 ), eligió el cerro de Estíbaliz para resolver unas
disputas abiertas con la población alavesa, debidas, con toda
probabilidad, a las dificultades que encontró el obispo para instaurar su diócesis
en un territorio afín a la liturgia hispana y que todavía mantenía las
viejas costumbres de pagar los diezmos a los señores, comitentes de las
iglesias, en vez de al obispado.
Es posible también que los alaveses no reconocieran la decisión de integrar su territorio dentro de la diócesis
de Calahorra, lejana tanto en lo geográfico como en lo ideológico, con
lo que las resistencias a aceptar la jurisdicción calagurritana se
prolongaron durante siglos ( 36 ).
Juan Antonio Llorente es el único editor conocido de este documento, recogido en su obra «Noticias históricas de
las tres provincias vascongadas...» como perteneciente al archivo de la
catedral de Calahorra, pues el legajo desapareció luego en
circunstancias todavía hoy desconocidas. En este importante documento, en cuyo
contenido no podemos ahora profundizar, se dan cuenta de las disputas
que por aquel tiempo enfrentaban a la población alavesa con el
obispado calagurritano ( 37 ).
( 33 ) BGSMc, doc. núm. 576
( 34 ) Andrés E. de Mañaricúa: Obispados en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya hasta la erección de
la diócesis de Vitoria, Vitoria, Editorial Eset, 1964, p. 114.
( 35 ) El propio Llorente, en la nota 1 que acompaña a este documento, comenta lo siguiente:
"El pergamino está cortado, por lo que falta el fin de la escritura en que constaría su fecha.
En el dorso tiene notado de tinta y letras antiguas que pertenece al año de mil ciento y
nueve. no hay repugnancia en la historia, porque don Sancho de Grañón comenzó a ser obispo
en mil ciento y ocho por muerte de don Pedro Nazar, en cuyo tiempo se había reunido la
diócesis alavense con la calagurritana". Juan Antonio Llorente: Noticias históricas de las
provincias Vascongadas..., opus cit. vol. IV, p. 9.
( 36 ) Andrés E. de Mañaricúa: Obispados en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya... opus
cit., pp. 149-150.
( 37 ) Un estudio de este documento aplicado al contexto particular alavés puede encontrarse
en: Egoitz Alfaro Suescun: "La formación de la red parroquial en Álava y Treviño.
Evidencias desde la arqueología (siglos XI-XII)", Vitoria-Gasteiz, UPV-EHU, 2015, pp. 42-44.
consúltese también: Gregorio Balparda y de las Herrerías: Historia crítica de Vizcaya...,opus
cit., vol. II, pp. 271-274.
Tal fue la escalada de tensiones que el obispo llegó a excomulgar a todos los alaveses hasta que no resolvieran las faltas
que estaban cometiendo. Así incidía Llorente en que "tanto los señores
como el pueblo vendían a los sacerdotes los diezmos y los cargos y los
sacerdotes se los compraban. Los sacerdotes, por su parte, quitaban de
sus iglesias a otros sacerdotes que habían obtenido esos cargos como
Dios manda". Se añade, como corolario final de tanto desvarío, "que
había en Álava otros muchos males que sería largo detallar".
Por lo tanto, "habiendo oído estas cosas, y habiéndolas comprobado, el obispo
lo sintió mucho, por lo que compadecido de ellos y queriendo salvar las
almas de los alaveses de aquella maldad en que se hallaban inmersos,
excomulgó toda aquella tierra hasta que los alaveses reconocieron su
culpa, aceptaron la penitencia y juraron que no volverían nunca jamás a
cometer aquellos atropellos" ( 38 ).
Lo verdaderamente significativo de este documento, para el caso que
nos ocupa, es que tan importante reunión tuvo lugar en Estíbaliz. "El
obispo, airado y dolido más de cuanto decir e imaginarse puede por la
impiedad y perversidad de los alaveses, rogando a Dios incesantemente
que les concediera la gracia de su misericordia para que reconociesen
que habían obrado mal, hizo una reunión en Estíbaliz con todos los
alaveses" ( 39 ).
Aunque no se aporta dato alguno sobre este centro religioso, el hecho de ser el lugar elegido nos hace pensar sobre la relevancia real
que en aquella época todavía ostentaba Estíbaliz dentro del panorama
político y religioso alavés. También resulta notorio que el obispo optara
por este histórico enclave para albergar esta reunión, de calado
fundamentalmente religioso, en vez de Armentia, recientemente degradada a
colegiata tras una etapa como sede episcopal, quizá tratando de buscar
un nuevo lugar de referencia en Álava, alejado ya de las connotaciones
que pudiera tener Armentia como antigua cabeza de la diócesis alavesa.
Además, por aquellos mismos años se encontraba al frente de la tenencia de Estíbaliz Lope González, esposo de doña Toda López, con
lo cual es posible que, por motivos de índole política recordemos que
el propio rey Alfonso VI, al que el tenente de Estíbaliz Lope Íñiguez
había hecho juramento de vasallaje, estuvo implicado en la conformación de la nueva diócesis de
calahorra ( 40 ) admitiera a Sancho Grañón en su jurisdicción para dirigir un discurso tan agresivo frente a los
alaveses allí congregados, a los que el propio obispo había
excomulgado previamente.
( 38 ) Seguimos la traducción aportada por E. SÁEnZ DE BURUAGA, Historia de Estíbaliz..., opus cit., p. 172. El texto en latín se puede consultar en: J. A.
LLORENTE, Noticias históricas de las provincias Vascongadas... opus cit., vol. IV, pp. 7-9.
( 39 ) Emeterio Sáenz de Buruaga: Historia de Estíbaliz..., opus cit., p. 173.
( 40 ) Andrés E. de Mañaricúa: Obispados en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya..., opus
cit., pp. 145-146.
CONCLUSIONES.
El presente artículo ha tenido como objetivo retornar a las fuentes
originarias que nos hablan sobre los primeros años de Estíbaliz, para
tratar así de averiguar qué es lo que nos pueden revelar los más vetustos
escritos sobre la historia y la fisonomía de este emplazamiento antes de
la erección de la actual iglesia románica. A pesar de que los datos que
aportan estas fuentes son escasos en ocasiones no más de un nombre,
ha sido posible arrojar algo de luz a un período que se nos presenta
documentalmente oscuro, con lo cual se confirma la necesidad de revisitar las fuentes históricas para tratar de extraer información que quizá
haya sido pasada por alto debido a la fuerza imperante que adquieren
los "discursos canónicos" que nos ofrece la historiografía tradicional.
En ocasiones, estas comprobaciones suelen dar frutos inesperados, tal y
como los que a continuación se relacionan.
1) La primera cuestión abordada, la identidad de Aurivita
Didacoz, nos ha permitido colegir que se trata del mismo Oveco Díaz, vasallo
de los condes de castilla, que acumulaba gran riqueza en la zona de los
valles de Añana y que aparece, junto al monarca pamplonés, como notable personaje coetáneo en el fuero de Berbea, Barrio y San
Zadornil.
Ésta es una hipótesis que ya barajaban varios investigadores previos y
que nos parece coherente con el caso de Estíbaliz, que se presenta como
una de las tres tenencias más importantes de Álava en el siglo X, junto
con Morillas y Divina.
2) Por otra parte, ha sido también posible durante esta investigación
relacionar a los personajes que, hasta ahora de forma aislada, habían
sido vinculados con la tenencia de Estíbaliz a través de ciertos
documentos dispersos. Durante el siglo xi, al parecer, la tenencia de
Estíbaliz adquirió un carácter hereditario que permitió que estuviera durante
este período en manos de la misma familia, desde que Lope Íñiguez
lograra la tenencia en torno a 1081. Desde entonces, el cargo pasó a su
yerno, Lope González, casado con su hija Toda López, y tras su muerte
recayó en manos de Diego I López de Haro, que era hermano de la
última y cuñado del anterior.
3) También esto nos permite deducir que la tenencia era un cargo
meramente masculino, por su carácter militar, y que solamente los varones
podían ejercer. Sin embargo, las propiedades que la familia poseía dentro
de la tenencia podían ser heredadas también por mujeres, como se puede
deducir de todo aquello que enumera doña María López, hija de Lope
González y Toda López, en su famoso testamento de donación de 1138,
en el que dona ciertas propiedades de Estíbaliz (incluyendo la iglesia)
y de varios pueblos de alrededor del monasterio a Santa María la Real
de Nájera. Por ello hay que distinguir entre la jurisdicción propia de la
tenencia de Estíbaliz, cuyos límites desconocemos, y el patrimonio que
poseía la familia dentro del territorio adscrito a dicha tenencia.
4) Por otra parte, por primera vez ha sido posible ofrecer una
nueva lectura sobre la noticia relativa a la donación del altar derecho de
Estíbaliz, que hasta ahora había sido atribuida a la fecha de 1074 (la
propia del documento contenedor) y que ahora podemos afirmar que corresponde al año 1086. Pero no sólo es una cuestión de fechas, sino
que, la nueva lectura que proponemos, se basa en la idea de que se trata
de la superposición de dos acciones jurídicas distintas y distantes cada
una en su momento y que compartieron el mismo soporte, agrupadas en la copia del Becerro Galicano como una misma pieza.
El copista del cartulario no supo o no quiso distinguir el texto de la noticia de 1086
y la introdujo en el tenor original de la primitiva donación de 1074, lo
que resuelve la incongruencia cronológica. Por lo tanto, el verdadero
donante del altar no sería Álvaro González de Guinea en 1074, sino
Fernando González en 1086. De este modo, Fernando González, hermano de Lope González (tenente de Estíbaliz) es el que posee dicho
altar y el que decide donarlo, dando fe mediante esta noticia inserta en
el documento inicial de que en Estíbaliz ya existía una iglesia previa en
el siglo XI.
5) Para concluir, el último documento referido en este artículo, nos
habla de la elección de Estíbaliz como escenario para una disputa entre el
obispo de Calahorra, Sancho Grañón, y los fieles alaveses. Esto nos
permite deducir que Estíbaliz pudo haber sido seleccionado por ser un lugar
de relieve dentro de la vida política alavesa, siendo uno de los centros
de poder más reseñables de Álava. Además, debido al vasallaje que la
familia de los tenentes había jurado hacia el rey Alfonso VI, uno de los
responsables de la integración de Álava dentro de la diócesis de
calahorra, bien pudiera significar esta acogida en sus dominios como un gesto
de deferencia hacia la monarquía castellana y su política religiosa.
Todos estos elementos previos extraídos de las fuentes relativas a
Estíbaliz desde finales del siglo X hasta los primeros años del siglo
xii sirven para poder ofrecer un contexto apropiado que sea útil para
comprender y analizar el complejo testamento de doña María López (1138), hija de Lope González y Toda López. En este importante
documento para comprender la historia de Estíbaliz, aparecen reflejados
algunos de los personajes y algunos de los elementos que componían este enclave a mediados del siglo xii. En definitiva, esta investigación
pretende servir de enlace y sentar las bases para un posterior análisis
de este testamento y las implicaciones político-religiosas que tuvo esta
donación para Estíbaliz y para el resto del territorio alavés.
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