Vitoria-Gasteiz | Arqueología.


 
 
 

 

MEGALITISMO DE LOS PEDROCHES EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE POZOBLANCO.

 

DÓLMENES.


 

EL MEGALITISMO DE LOS PEDROCHES EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE POZOBLANCO.

Silverio Gutiérrez Escobar.
María Soledad Merchán García.
María José Cabello Muñoz.
Luis Ruiz Cruz.


La provincia de Córdoba, está dividida por sus características geomorfológicas en tres unidades bien diferenciadas las unas de las otras: las Cordilleras Béticas, La Campiña y Sierra Morena, donde localizamos la Comarca de Los Pedroches, situada en la zona septentrional de la misma, y considerada como un área de transición entre la Meseta y el Valle del Guadalquivir.

Este territorio es secularmente conocido como Valle de Los Pedroches; nada más lejos de la realidad, ya que se trata de un territorio elevado que quedó encajado entre el Valle del Guadiana por el N., y el del Guadalquivir por el S., quedando conformada así una penillanura que ofrece paso franco hacia Extremadura con la que esta comarca pedrocheña posee tantas afinidades.

Ocupa el municipio de Pozoblanco la zona centrooriental de estos territorios, estando constituido como cabeza de partido judicial con jurisdicción en trece municipios incluido el mismo. 

Su territorio municipal tiene una superficie de 332 km2, y su población actual asciende a 17.735 habitantes. La red hidrográfica que baña este territorio está condicionada por una divisoria que separa unas aguas de otras: las del N. son tributarias al río Guadiana a través del río Guadarramilla por el O. y por el E. lo hace el arroyo Santa María (cantado en las célebres serranillas del marqués de Santillana). 

Por el S. tributarán sus aguas al Guadalquivir el río Cuzna (Kazna, tribu beréber que habitó estos territorios durante la dominación musulmana), al que se le unirá por su margen izquierda su afluente el río Gato.

Estas cuencas hridrográficas presentan una fuerte asimetría entre ellas por las características que presentan sus suelos y la explotación a la que están sometidos.

La vertiente N. está formada por terrenos llanos y adehesados salpicados de vez en cuando por afloramientos graníticos y que soportan una rica y extensa cabaña ganadera formada especialmente por ganado vacuno de carne y de leche, porcino y ovino, que sustentan junto al ganado del resto de poblaciones que componen este partido judicial, a empresas modelo como C.O.V.A.P, dedicada a la producción agroalimentaria en régimen de cooperativismo. 

Sin embargo la vertiente S. es abrupta y pizarrosa, donde aparecen manchas de monte mediterráneo que cobijan especies de alto valor cinegético como el ciervo o el jabalí. 

Estos terrenos fueron limpiados en parte del monte a últimos del siglo XIX y principios del siglo XX, abriéndole paso a plantaciones de olivos de secano, que si no son muy productivas, sus frutos si son de una alta calidad, obteniéndose una vez molturados magníficos rendimientos.

Después de esta breve introducción sobre algunos de los recursos con que cuenta este municipio pedrocheño, trataremos sobre los megalitos del mismo, motivo de nuestra catalogación. 

Estos contenedores funerarios han pasado desapercibidos hasta la fecha por arqueólogos, investigadores e historiadores que los han venido estudiando, a pesar de los cuatro cursos universitarios consecutivos sobre los municipios de Villanueva de Córdoba 2000, Cardeña 2001, Pozoblanco 2002 y Añora 2003 versando sobre el megalitismo de Los Pedroches que fueron impartidos por el Área de Prehistoria de la Facultad de Filosofía y Letras de la U.C.O. más las diversas publicaciones hechas por uno de nosotros dando a conocer otros dólmenes localizados en municipios de la comarca.

Estos conocimientos dieron lugar a la catalogación que se acometió sufragada por la Junta de Andalucía en el año 2007-2008 sobre los megalitos del municipio de Villanueva de Córdoba que, a pesar de quedar concluida, no incluye algunas unidades que aún no han sido catalogadas, y que junto a algunas más que han aparecido después. 

La Asociación Amigos del Museo de Villanueva de Córdoba y gestores del mismo están llevando a cabo no sólo la catalogación de dichas unidades sino las de toda la comarca, a excepción de la catalogación de este municipio pozoalbense que está a punto de concluir, trabajo del cual este es un adelanto. 

Esta catalogación está siendo llevada a cabo por el grupo del Gabinete de Patrimonio que fue creado por el Excelentísimo Ayuntamiento de Pozoblanco a instancia del concejal de cultura del P.S.O.E. D. Juan Bautista Carpio Dueñas y director del Museo Prasa de Torrecampo, habiendo colaborado estrechamente en la misma, como no podía ser de otra manera, el presidente de la Asociación de Amigos del Museo de Villanueva de Córdoba Silverio Gutiérrez Escobar.

Esta catalogación fue llevada a cabo en su trabajo de campo en el mes de Agosto, dando lugar a la confección de una ficha personalizada de cada uno de los megalitos donde se hacen constar datos como son coordenadas, altitud sobre el nivel del mar, situación, orientación, medidas del mismo y de los elementos que pudiera poseer, itinerario para poder ser localizado en la cartografía, etc…

Como hemos dicho más arriba, fue iniciada esta catalogación en el mes de Agosto y concluyó a finales de Septiembre habiéndose trabajado en ella sin dedicación de los cuales habían sido presentados en el curso universitario citado anteriormente, con lo que pasamos a describir someramente cada uno de ellos acompañando una fotografía del mismo.

 

Nº 1: Dolmen Cañada de Buena Leña II.

Este dolmen aparece en muy buenas condiciones.

Posee estructura tumular de 9m. de diámetro y una alzada aproximada de 1.50 m. En la zona E. soporta un amontonamiento de piedras, posiblemente restos del derrubio de Buena Leña I que aparece a 50 m. al SE.

 

 

 

 

Nº 2: Estructura Tumular Cañada de Buena Leña 1.

Posee aún parte de su estructura tumular que aparece diseminada parcialmente y desmontada, habiendo sido sus materiales utilizados en la construcción en su base de un pequeño cercado de piedra y malla metálica para alojamiento de ganado porcino.

 

 

 

 

 

Nº 3: Estructura Tumular Alabardero I.

Tiene estructura tumular de 12 m. de diámetro y alzada aproximada de 1 m. No se aprecia por aparecer aterrada la cámara funeraria y corredor, y forma grupo con Alabardero II, que aparece a 60 m. al N.

 

 

 

 

 

Nº 4: Estructura tumular Alabardero II.


Esta estructura tumular tiene 11 m. de diámetro y posee un anillo formado por medianas piedras que hacen de contrafuerte para que la construcción no se “abra”, se observa en superficie una alineación de piedras que suponemos pertenecen al corredor o pasillo.

 

 

 

 

 

Nº 5: Estructura tumular Receptáculo Funerario Ruices (Tholos).

Receptáculo funerario, cuya estructura tumular poseyó 11 m. de diámetro, conserva aún parte del anillo perilítico. Afloran en superficie 11 ortostatos que conformaron parte de la cámara funeraria y corredor. Está desmontado casi por completo (quizá sus piedras sirvieran para la construcción de la Venta de Los Ruices, que aparece en ruinas a muy corta distancia).

 

 

 

 

 

Nº 6: Estructura Tumular Descabezadas.

Su estructura tumular tiene 14 m. de diámetro y podemos observar en superficie cinco ortostatos que conformaron su cámara funeraria y dos grandes piedras que pudieron haber formado parte de la cubierta. Conserva también parte del contrafuerte exterior, o anillo perilítico.

 

 

 

 

 

Nº 7: Dolmen Navaltablado.

Este dolmen recibe el nombre del arroyo que discurre a cincuenta m. al E. del mismo. Su estructura tumular aparece en muy buen estado y tiene un diámetro de 9 m. y su alzada es de 1 m. En la cima del mismo aparece parte de una gran piedra que podría formar parte de la cubierta.

 

 

 

 

 


Nº 8:
Dolmen Colorín.

Este dolmen se ubica en un altozano con un amplio radio de visibilidad y su estructura tiene 6 m. de diámetro y una altura aproximada de 1 m., pudiéndose apreciar uno de los paramentos de la cámara funeraria.

 

 


 

Nº 9: Estructura tumular Navalaliebre.

Su estructura tumular mide 12 m. de diámetro, y su alzada 80 cm. aproximadamente, apareciendo amesetada donde aflora una piedra de 40 cm. En su paramento Oeste se puede observar un amontonamiento de piedras que han sido colocadas posteriormente.